Del 0,28% en 2007, que situó al Archipiélago en el octavo lugar del país, al 0,01% raspado de 2017, el último ejercicio contabilizado. Esta cifra sitúa a Canarias como colista de las 17 comunidades autónomas españolas en inversión para la cooperación internacional. Justo el período de la década perdida como ha bautizado al intervalo entre 2008 y 2017 la ONG Oxfam Intermon en su informe anual La Realidad de la Ayuda.

Los datos arrojan una realidad incuestionable: queda cada vez más lejos el objetivo de las ONG y el reto social de destinar el 0,7% del PIB a cooperación internacional.

En esas cifras de 2017 el País Vasco lidera las aportaciones con un contundente 0,48% y una gran ventaja sobre el segundo, Extremadura (0,26%). Sorprende ese segundo lugar de una comunidad que en casi todos los parámetros ocupa el furgón de cola como le sucede Canarias. Tercera es Navarra (0,17%), cuarta Baleares (o,15%) y quinta Andalucía (0,11%).

Después de más de 25 ediciones del informe, la ONG plantea el más reciente como clave para intentar cambiar una tendencia. Durante diez años España se ha convertido en un convidado de piedra del sistema internacional de cooperación y hoy tiene la oportunidad de volver a ocupar un papel destacado en la escena, formar parte de la locomotora europea junto a Francia y Alemania, y ayudar en la consolidación de la próxima fase de la UE. Opción de ser, además, una potencia líder en desarrollo sostenible, algo en lo que ha dado ya pasos firmes, haciendo de la Agenda 2030 y el trabajo por la igualdad entre hombres y mujeres señas de identidad. Ese es, precisamente, el futuro: la Agenda 2030.

El pasado y, por desgracia, el presente, es bien distinto. Del estudio se traduce que España dona menos en cooperación que en 1990, ya que lidera en recortes en este ámbito cinco veces por delante del siguiente país: Holanda. Apenas destina un 0,2% de la Renta Nacional Bruta a estas ayudas. Con un descenso acumulado en el período, siempre según estos datos, del 55,7%.

Suso González, responsable del Área de Cooperación de Cáritas Diocesana en la provincia, lo explica: "Los ajustes tras la crisis dejaron este sector como uno de los más perjudicados. H a habido un ligero repunte en Canarias los dos últimos años con una apuesta del Gobierno regional por la cooperación directa a través de contratos con las entidades. Gracias a la presión de la Coordinadora de Desarrollo de Canarias en la que estamos integrados".

El año 2008 marcó un cambio de la tendencia al alza. En España y en Canarias. Para Oxfam supone "un incumplimiento de un compromiso ético y de solidaridad con los vecinos europeos".

Además, la opinión pública va por otro lado, justo el contrario. Así, según el Eurobarómetro de 2018, los españoles son los europeos que más importancia dan a la cooperación internacional y creen que su gobierno debería tener un papel más relevante

La Agenda 2030 puede ser una oportunidad, pero hay que empezar ya. De momento hay un objetivo para los próximos cuatro años: llegar al 0,5%. El 0,7% está en la Luna a día de hoy.

"El reto del 0,7% se mantiene, pero cada vez más lejano"

Jesús Delgado, Suso, es un experto en Cooperación tras un cuarto de siglo en Cáritas de cuya área en este ámbito es responsable. Resume: "En estos años ha sido la iniciativa privada, donaciones o fondos propios, la que ha mantenido los proyectos. Uno de los sectores más perjudicados por los recortes ha sido este. Algunas autonomías mantuvieron el nivel pero en Canarias la respuesta institucional fue, simplemente, lamentable. Inversión y apuesta decidida son las dos acciones ante una realidad que no podemos dejar de mirar. Ha calado la idea de que hay que ayudar más a los de aquí y menos a los de fuera. Debemos transmitir lo fundamental que resulta trabajar en la ayuda y que tenga financiación. Pero no para el control migratorio. Del reto del 0,7% del PIB para cooperación queda la aspiración de las entidades. Hacen falta voluntad política y respaldo de la opinión pública. Hoy es una entelequia cada vez más lejana. Las esperanzas pueden ser la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)".

Un ejemplo de actividad internacional

"Trabajamos para alcanzar los ODS, apoyando y acompañando en otros países a las personas afectadas por las emergencias, los conflictos, el cambio climático y la pobreza, y que puedan vivir con dignidad". Toda una declaración de principios desde Cruz Roja, un ejemplo de internacionalismo en la ayuda a los demás. En cuanto a la cooperación otra idea clave: "Creemos en la capacidad transformadora que todos y todas tenemos por lo que desarrollamos acciones de sensibilización sobre la realidad en otros países para construir otro presente y otro futuro".

"No se hace cooperación solo con la ayuda estatal"

"Entendemos que el estudio de Oxfam está algo sesgado, ya que solo tiene en cuenta las donaciones directas de los estados sin valorar otros criterios como la responsabilidad social". Es una visión diferente que ofrece la ONG Asociación de Ayuda a Personas con Dependencia en Canarias (APEDECA) a través de su presidente, Iván Márquez, y su vicepresidente, Ernesto Cebrián. Lo argumentan: "En primer lugar, deben entenderse las dificultades de la política presupuestaria los últimos años. Los PGE para 2017 fueron aprobados en junio de ese año; para 2018, el 3 de julio de este último y estos se prorrogaron para 2019". Recuerdan que "la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo está dotada de un Plan Director 2018-2021 con cobertura presupuestaria". Valoran que "el mecanismo de donaciones a través de organismos, agencias o instituciones humanitarias no es el único de cooperación internacional; ni siquiera el principal. La ayuda bilateral o directa también destaca ". En este sentido, "la Agencia Española trabaja a través de una red que se extiende por treinta países". Y el Plan Director "apuesta por la cooperación bilateral y plantea aumentar el volumen de operaciones". Tampoco puede perderse de vista "la importantísima contribución a través de la conversión de deuda. España mantiene programas que, a agosto del pasado año, representaban una condonación de deuda por 1.347 millones de euros y una disponibilidad de 920 para la financiación de proyectos educativos, del sector del transporte, el sanitario y el del agua y el saneamiento". Por último, resaltan "la contribución a la Agenda 2030, que el Plan Director asigna al trabajo conjunto público y privado. No debe olvidarse este objetivo que persigue alinear la estrategia corporativa de negocio con los objetivos de desarrollo en el marco perfecto de los ODS". En definitiva, "la muestra no vale por sí sola para analizar la cooperación al desarrollo. Debe ponerse el acento en propiciar los estímulos fiscales al mecenazgo y también de la responsabilidad social corporativa".