Una grabación muestra los tentáculos de un cefalópodo de enormes dimensiones acercándose a una cámara, atraído por su luminescencia, como si tuviera curiosidad. Coge la cámara, la zarandea y se va. Son solo siete segundos filmados a unos 500 metros bajo el oceáno atlántico que desvelan que los conocidos legendariamente como kraken siguen poblando las aguas españolas.

Los investigadores hicieron el hallazgo de un modo prácticamente casual, con la colaboración de Eugenio Fraile, del Instituto Español de Oceanografía. Estaban investigando la dieta de calderones y ballenas en las islas Canarias -que precisamente comen restos de esta especie- y, al ver el vídeo completo, visualizaron esos tentáculos que se acercaban a la cámara.

Las imágenes son muy parecidas a las que dieron la vuelta al mundo esta semana, grabadas en el Golfo de México también de forma casual con una cámara medusa. El único precedente se encuentra en Japón, en el vídeo grabado en 2012 por investigadores que usaron un cebo y lograron una grabación más extensa.

"El vídeo se grabó en octubre de 2017, a 500 metros de profundidad a las 19.46 horas. La cámara de profundidad a la deriva de la Universidad de La Laguna se largó desde el barco del Instituto Español de Oceanografía Ángeles Alvariño", explica Alejandro Escánez. "Tras varias horas, se grabaron 7 segundos de un ataque frontal a la cámara de un gran calamar. Tras analizar las imágenes ya una vez en tierra, viendo las características de los brazos, ventosas, alineación de las mismas y otras características? Y tras la consulta y discusión con otros expertos, como el doctor vigués Ángel Guerra del ICM-CSIC de Vigo, llegamos a la conclusión de que se trataba de un Architeuthis dux, comúnmente conocido como calamar gigante", argumenta el biólogo.

"En Canarias, en los últimos cuatro años hemos realizado un esfuerzo de recopilar todos los avistamientos de calamares gigantes y otras especies de grandes cefalópodos gigantes, que tenían las gentes del mar, pescadores, marineros, patrones de barcos de avistamiento de cetáceos, fotógrafos de la naturaleza, entre otros. Todos los avistamientos documentados con vídeo o fotografías correspondieron a especímenes ya muertos que aparecían en la superficie del mar", alega.

Tras esta recopilación de datos que abarcó un periodo de 24 años, los investigadores observaron que había zonas del archipiélago canario que constituyen zonas calientes o de alta concentración de estos avistamientos, lo que les indicó hábitats importantes para estas especies de grandes calamares. "En esas mismas se ubican poblaciones residentes de cetáceos de buceo profundo como el calderón tropical, que cazan a estos calamares". Estos resultados fueron presentados, precisamente, el pasado año en el congreso internacional de ciencias marinas (ISMS) de la UVigo y forman parte del artículo científico Sea of giants: a hot-spot of giant cephalopods in the Canary Islands (Mar de gigantes: un punto caliente de cefalópodos gigantes en el Islas Canarias).