La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición ha retirado varios lotes de magdalenas ecológicas etiquetadas como "sin gluten" que, por fallos en la cadena de producción, sí contenían esta proteína. El producto, de las marcas Sol Natural y Mdalen -ambas especializadas en productos para celiacos- llegó a Canarias en 24 paquetes distribuidos en pequeños comercios de Gran Canaria y Lanzarote.

Curiosamente es la segunda vez en tres días que se recibe una alerta sanitaria por magdalena. La anterior ocurrió por unas magdalenas con maíz mal etiquetadas que contenían proteína de la leche. En ese caso, según datos de Seguridad Alimentaria de la Dirección General de Salud Pública en Canarias, se registró la llegada de 240 unidades a Gran Canaria y otras 330 a Lanzarote. En toda España se habían comercializado unas 1.374 unidades de esta magdalena.

"Tanto en un caso como en otro, la alerta fue generada a través del sistema de autocontrol de las fábricas", explica Paloma García, responsable de Seguridad Alimentaria en la provincia de Santa Cruz de Tenerife. La implicación de las empresas en sus mecanismos de seguridad -Sol Natural y Mdalen, en el caso de gluten, y Diet Radisson, en el de leche- , les ayudará a rebajar la sanción a la que se enfrentan las empresas, aunque finalmente será la comunidad autónoma en la que trabajan, en este caso Cataluña, la que tendrá que decidir qué multa le impone a los fabricantes. Además, esta sanción dependerá de riesgo, del grado de culpabilidad de la empresa y del tiempo en actuar", como insistió García.

La responsable de Seguridad Alimentaria destacó que en estos productos apenas se encontró "una traza de gluten por 20 partes por millón", no obstante recordó que "a una persona celiaca, por muy pequeño que sea, puede hacerle daño".

No es la primera vez que una empresa reconoce un problema en su producción, algo que se ha convertido, de hecho, en una situación "bastante habitual" en la industria. "Primero porque es su obligación y luego porque da mejor imagen", concluye García. La "casualidad" es que tanto en el caso de las trazas de leche como la del gluten, se haya tratado de productos tan perecederos como las magdalenas.

Esta es la razón, de hecho, de que estos lotes de bollería hayan llegado hasta los comercios. "Al ser productos tan perecederos, desde que se producen se comercializan porque se piensa que no habrá ningún problema", alega la responsable de Seguridad Alimentaria. "Ha sido un accidente y se le sancionará porque es un fallo que pudo haber provocado un problema sanitario", remarcó García.

Controles efectivos

Estas situaciones ponen de manifiesto que los "controles sanitarios son efectivos", afirmó Paloma García. La responsable de Seguridad Alimentaria de la Dirección General de Salud Pública recuerda que desde el año 2011 la Unión Europea reforzó los controles sanitarios con el Reglamento 1169/2011. Esto ocurrió justo después de la crisis de las vacas locas (a principios de siglo) y la fiebre porcina (2009), momento en el que los estados miembros se dieron cuenta de que "no se estaba contribuyendo" a que esta situación no ocurriera.