El XVIII Congreso de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha reconocido al Observatorio de Santa Cruz de Tenerife como estación de observación meteorológica a largo plazo por sus más de 100 años de observaciones continuadas.

El observatorio tiene más de 150 años de serie pluviométrica y casi un siglo en el resto de variables climatológicas, lo que lo convierte en una referencia única para la caracterización del clima de costa en Canarias y de la zona subtropical marítima en el Atlántico, ha informado el Ministerio para la Transición Ecológica.

El observatorio inició sus trabajos en 1867 y en 1924 se ubicó definitivamente en la sede del Centro Meteorológico de Tenerife.

La proximidad al actual centro de las ubicaciones anteriores a 1924 y la homegeneidad de las series de datos de precipitación permiten sintetizarlas en una única serie climatológica coherente hasta la actualidad.

Se trata, por tanto, de una serie de datos que no se ha visto interrumpida durante los periodos de la Guerra Civil Española ni durante la Segunda Guerra Mundial.

Con este reconocimiento como estación de observación meteorológica a largo plazo, el observatorio de Santa Cruz de Tenerife se une a los Madrid-Retiro, Tortosa (Tarragona), Daroca (Zaragoza), Izaña (Tenerife) y Fabra (Barcelona).

Ya son dos las estaciones centenarias existentes en la isla de Tenerife, pues el Observatorio de Izaña obtuvo este reconocimiento en 2017.

La OMM ha reconocido hasta la fecha 140 estaciones centenarias de 47 países.

La OMM decidió reconocer las estaciones centenarias existentes en todo el mundo para poner de relieve su papel y animar a los países miembros a mantenerlas, ya que algunas están en riesgo de cierre o pérdida de cumplimiento de las normas básicas de observación.

Preservar las estaciones centenarias es una responsabilidad de los gobiernos, que han de sostener este patrimonio climático y custodiar sus registros de alta calidad y largo recorrido, señala el ministerio.

Para ser reconocidas como centenarias, las estaciones deben cumplir criterios, como que se hayan fundado hace al menos cien años y que estén en funcionamiento en la actualidad.

También es preciso que los períodos de inactividad no sean superiores al 10% del tiempo, salvo en momentos de conflicto o desastres naturales; y que la estación no haya sufrido reubicaciones que hayan afectado a las características climatológicas