"Tener tres telescopios en el Hemisferio Norte sería lo ideal". De esta manera Julien de Witt, investigador del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos, mostró a El Día las pretensiones a las que aspira el centro tecnológico en el Archipiélago.

"Hay un pilar ahí construido, así que ojalá podamos tener otro telescopio en algún momento", insistió De Witt señalando una construcción de piedra que se encuentra justo enfrente del telescopio recién inaugurado. "Como sabes, tenemos cuatro telescopios en el Hemisferio Sur, en Chile, y lo que queremos hacer es movernos hasta el Hemisferio Norte", insistió el investigador.

De Witt se enamoró de las Islas hace dos años. Siempre tuvo cierta relación con Tenerife, pues sus familiares solían elegirla para veranear. Hace un año y medio, decidió viajar para descubrir con sus propios ojos las bondades de la isla, también su cielo y su producción científica de calidad. En las visitas que realizó junto a los responsables del IAC al Observatorio del Teide, De Witt bromeó con la idea de elegir dicho lugar para establecer su red de telescopios. "Un año y medio después aquí estamos", afirmó durante la inauguración.

Lógicamente, su relación tan cercana a la isla no fue lo único que le hizo decantarse por ella a la hora de elegirla. "Teníamos tres posibilidades y Tenerife era la más cercana a nosotros", explicó el investigador. Para tomar la decisión además tuvo muy en cuenta la "impresionante" calidad del cielo, lo cerca que Tenerife está de Europa, "su fácil acceso" y las relaciones institucionales fuertes que existen entre ambas entidades.

El objetivo de establecer este observatorio del hemisferio norte es conseguir censar todos los planetas posibles antes de que se lance el telescopio espacial James Webb. La fecha en la que la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense -constructores y operarios principales del proyecto de forma conjunta- estiman poder enviar este observatorio al espacio es el próximo 30 de marzo de 2021. Por esta razón, los investigadores quieren encontrar todos los planetas que les sea posible, ya que realmente tampoco cuentan con demasiado tiempo.

"James Webb va a estudiar las atmósferas de estos planetas", explicaron tanto De Witt como el investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias Roi Alonso.

Es decir, las Tierras que ahora se encuentren con la red Speculoos tendrán prioridad para que el telescopio espacial observe la composición de su atmósfera.

Con él, "seremos capaces de estudiar su atmósfera realmente", como explicó Alonso, ya que las observaciones desde la Tierra no permiten detectar con precisión. En este sentido, la investigación con este telescopio se basará en "encontrar biomarcadores que son componentes de la atmósfera que nos puedan revelar que existe actividad", sentenció el investigador del IAC.

De ahí la importancia de establecer una red a pleno rendimiento "antes" de que se lance este telescopio espacial, como remarcó Julien de Witt. Esto significa establecer al menos cuatro telescopios de un metro de la red Speculoos en El Teide, de manera que varios científicos puedan ver a la vez esta misma región de la cúpula celeste.

De momen-to, sin embar-go, todo son pretensiones del MIT porque la financiación sigue aún en el aire para una próxima construcción y es totalmente inexistente para los dos últimos telescopios que completarían el observatorio del Hemisferio Norte. Entre otras cosas, porque se trata de una financiación privada que en esta ocasión han acometido la Fundación Heising-Simons, Colin y Leslie Masson, Peter A. Gilman, el FW-B del Ministerio de Educación Superior y la Fundación Balzan.