El curso escolar 2020-2021 estará marcado por un cambio histórico para los docentes de Secundaria: el retorno a las 18 horas lectivas. Así lo valoran desde Anpe Canarias, sindicato mayoritario en la enseñanza no universitaria, que plantea hasta siete reivindicaciones sobre el sistema público educativo del Archipiélago. Entre ellas, además, un incremento presupuestario progresivo hasta el 5% del PIB en 2022 o la disminución de la actual ratio alumnos/profesor.

Esta disminución de la carga lectiva supone "la recuperación un derecho retirado en 2012, pero además redundará en la organización y resultados en los centros e institutos", según explica el presidente autonómico de Anpe, Pedro Crespo. Para él, "el retorno a las 18 horas abrirá la puerta al aumento de la calidad educativa y la atención al alumnado".

Esta reducción de horas en docencia directa permite la recuperación de tiempo para otras actividades, tal y como explica Adalberto Noé, especializado en Secundaria de Ampe: "Hasta este momento nos coordinábamos en un trayecto de coche, en un recreo, vía móvil? Ahora podemos tener horas directas para desarrollar todos los proyectos y planes de la mejora educativa a los que no podíamos hacer frente con tantos grupos de alumnos".

Esta modificación de la jornada laboral permitirá la contratación de 1.200 nuevos profesores. Crespo analiza las 18 horas "como el éxito de la unión sindical que cierra con motivos para el optimismo una legislatura en educación con sus luces y sus sombras, pero donde se nos ha otorgado la posibilidad de diálogo y mejora de la docencia a través de las Mesas Técnicas". Crespo apunta que "hay que reivindicar ahora las 23 horas para los Maestros"

Anpe propone asimismo "el incremento continuado de los presupuestos educativos hasta alcanzar el 5% de nuestro PIB", así como "la disminución de las actuales ratios alumnos/profesor, que en Canarias superan la media nacional, más apoyos pedagógicos e idiomáticos y la revalorización de la profesión docente". Otros puntos a defender son "el aumento de la oferta formativa en Bachillerato, FP, Adultos e Idiomas y una apuesta real por la FP Dual".

Por último, dentro de esas siete perspectivas de futuro "la mejora de las infraestructuras educativas, modernizando las más obsoletas, nuevos centros para reducir la masificación en Secundaria, un mantenimiento eficaz de los sistemas informáticos, eliminar el amianto en las instalaciones y planes de seguridad por especialistas".

Educación pública

El STEC-IC, segundo sindicato mayoritario en la enseñanza, propone "potenciar la Educación Pública y la justicia social" en ese panorama de futuro para el sector. Y añade otras líneas programáticas indispensables: "Acabar con los conciertos educativos, el 5% del PIB para la educación para el año 2022 como establece la ley educativa regional, más plantillas y menos ratios". Un "servicio social básico como elemento de cohesión social y con el bienestar de la sociedad por delante de los intereses económicos de las grandes empresas". En este sentido, el sindicato exige "el fin del desvío de dinero público hacia el negocio de la educación privada y más fondos para la pública". Por otro lado, el STEC-IC ha logrado estos días que la Consejería de Educación abone las cantidades debidas a casi 1.500 empleados públicos, personal laboral, con jornada parcial de 35 horas.