Emilio Rivero Padilla ya ha logrado uno de los hitos de cualquier astrofotógrafo: que te publique una imagen la NASA. Ocurrió ayer y se debió a la foto que acompaña a estas líneas, captada en la zona de El Portillo, en el Parque Nacional de las Cañadas del Teide. Se trata de un conjunto de nebulosas entre las que está Trífida (M20) (en la zona superior) y La Laguna (M8) (en la parte central y a la izquierda), pertenecientes a la región de Sagitario, según explica a El Día.

Rivero se dedica a las fotos desde siempre, pero se ha centrado en la astrofotografía solo desde hace tres años. Según subraya, resulta "muy difícil" que la agencia espacial de EEUU le publique una imagen a cualquier profesional o aficionado del mundo por la gran cantidad de fotos que recibe cada día. De hecho, y aunque lo había intentado antes, es la primera vez que eligen una suya y, eso sí, se lo avisaron antes mediante un correo electrónico.

La espectacularidad de este conjunto de nebulosas queda clara en la imagen y la NASA lo elogia en el texto que acompaña a la publicación, en el que resalta cómo brillan y explica que no solo se pueden apreciar en la constelación de Sagitario, sino en los campos de estrellas de la Vía Láctea central.

En ese párrafo explicativo, la NASA también recuerda que, en el siglo XIVIII, Charles Messier catalogó la M8 y el "colorido M20". Además, Rivero captó también la NGC 6559, situada a la derecha de M8. Según se aclara, se trata de "guarderías estelares a unos cinco mil años luz de distancia". La M8 tiene más de cien años luz de diámetro y el gas de hidrógeno que brilla intensamente en la M20 crea el color rojo dominante, mientras que los tonos azules en la Trífida se deben a la luz de las estrellas reflejada por el polvo.

Rivero no solo subraya "lo difícil que resulta que la NASA te publique", sino que asegura que esta actividad "es muy sacrificada por el frío nocturno que pasas, el viento y, en muchos casos, la soledad". Para esta imagen, hizo unas 10 fotos durante unos 10 minutos en cada caso y para los colores rojo, verde y azul, así como para el filtro de hidrógeno. La media es de unos 40 a 60 minutos por imagen final, según señala.

En su trayectoria, el Gobierno regional ya le ha expuesto en Septenio y, además, hizo una expedición al desierto de Atacama (Chile) en 2010. Este tinerfeño lamenta que, aunque los equipos "no son muy caros, esta actividad sí que va a menos por el sacrificio que implica". De hecho, hasta se lleva algún susto con los perros de caza abandonados en esas noches junto al Teide, aunque no ha pasado a mayores, y su afición crece porque ahora la quiere enriquecer con la modalidad del astropaisaje, en la que se combinan elementos de la Tierra (como un árbol) con el firmamento del universo (o multiverso, que teorías hay muchas). De momento, ya puede decir que una imagen suya ha impactado en la NASA.