Que La Cuesta vive su encuentro con emoción quedó anoche, un año más, de manifiesto. Lo de menos era que el tiempo no acompañase. Los vecinos de la zona se volvieron a echar a la calle y a demostrar que para ellos la cita de cada Martes Santo está marcada en rojo en el calendario.

La imagen de María Santísima de los Dolores salió en procesión desde la parroquia de Nuestra Señora de La Paz y Unión, mientras que Nuestro Padre Jesús Cautivo ante Caifás lo hizo de La Candelaria. Tras el recorrido por las calles del barrio, el momento cumbre: el del Encuentro, en la plaza de Trinidad Barreto.

"¡Comienza el Encuentro de La Cuesta; con alegría! ¡Al cielo con Ella, al cielo de La Cuesta!", gritó el capataz de María Santísima de los Dolores ya en el escenario de la parte más esperada del acto, que cuenta con un marcado acento andaluz. Sonó La Saeta, gritos de "¡guapa!" y la Virgen empezó a oscilar de un lado a otro. "¡Vamos de frente!", continuó el responsable del trono. En el extremo opuesto de la plaza ocurría algo parecido, pero con el Cristo. Una y otra imagen empezaron a avanzar poco a poco y a aproximarse, hasta que, finalmente, y tras acelerar el paso, ambos tronos quedaron frente a frente.

Habían llegado los instantes más esperados. Paraguas abiertos, una llovizna que por momentos incomodaba y un frío de esos emparentados con la gripe. Daba igual. El sentimiento se notaba en el ambiente y había quienes parecían contener la respiración. Después, las reverencias de la Dolorosa a Jesús Cautivo ante Caifás. Más emoción en el barrio.