BARRIO A BARRIO | El Toscal

Vecinos del pasaje de Tribulaciones piden que lo limpien no solo el día de la procesión

Uno de los últimos cinco residentes en este callejón de El Toscal se lamenta: "no pedimos que nos pongan mármol"

Aspecto que presenta el pasaje de Tribulaciones, en El Toscal.

Aspecto que presenta el pasaje de Tribulaciones, en El Toscal. / El Día

Humberto Gonar

Humberto Gonar

Javier Baquero es uno de los cinco vecinos que habitan el pasaje de Tribulaciones, donde hay más casas tapiadas –una docena– que abiertas. El cuarto de cinco hermanos, habita el hogar de su abuela, donde luego vivió su padre, hasta que falleció hace un año y medio. Forma parte de la ‘resistencia’ del barrio de ElToscal, en pleno corazón de Santa Cruz y, sin embargo, que parece instalado en el olvido.

«No queremos que pongan mármol en la calle; lo único que pedimos es que vengan al menos una vez a la semana para mantenerla limpia», se lamenta, a la vez que señala la falta de iluminación en la zona. «Fíjate: todavía ahí hay un preservativo que alguien tiró en Carnaval», añade.

Este vecino asegura que «el ayuntamiento no se acuerda del pasaje de Tribulaciones sino cuando se aproxima el día de la procesión. Entonces vienen y limpian; de resto no ves por aquí a nadie», para precisar que la última vez que se hizo una mejora en la zona fue en 2014. «Convirtieron el pasaje en un zoo porque se dedicaron a pintar jirafas, elefantes y gatos en las fachadas», cuenta mientras señala las pinturas ya desconchadas y gastadas. En la conversación con Baquero sigue vive la demolición de la ciudad juvenil, mientras asegura que El Toscal está amenazado por la especulación, cuenta en el salón de su pequeña casa terrena, donde tiene su habilitación, una cocina y un baño. Lo justo para vivir en el barrio que le vio nacer y donde ha crecido.