Los Reyes Magos acortan camino en la Cabalgata de Santa Cruz

Quince carrozas de luz, a cual más bonita, y justo las de Melchor y Baltasar hicieron el trayecto por el interior de la rotonda de República Dominicana

El rastro se quedó sin luz

Cabalgata de Reyes Magos en Santa Cruz de Tenerife

El Día

Humberto Gonar

Humberto Gonar

La felicidad plena parece resistirse en la Cabalgata de Reyes Magos de Santa Cruz de Tenerife. Tuvo que llegar Javier Caraballero a la Concejalía de Fiestas para devolver el esplendor de las carrozas de luz a las calles chicharreras en la noche del 5 de enero. El que otrora fuera director artístico de este espectáculo y hoy metido a político, superó con nota su estreno que vinculó a Paula Álvarez. 

Solo un debe. O dos. Aunque pudieron ser tres: las carrozas que trasladaban a Melchor y Baltasar hicieron el trayecto por el interior de la rotonda de República Dominicana, cuando iniciaban su recorrido, para poner rumbo a la plaza de la Candelaria, dejando a centenares de niños privados de la oportunidad de saludarlos de cerca, lo que provocó una pitada al conductor de la carroza de Melchor y resignación ya con el de Baltasar. 

Los espacios entre plataformas móviles fueron la tónica habitual rumbo a la plaza de la Candelaria, donde se preveía la adoración al gigante Niño Jesús, en el nacimiento realizado por el artista garachiquense Raúl Pérez. Llamativa la imagen: los Reyes Magos parecían llaveros al lado de los protagonistas del Nacimiento gigante, con un san José de más de cuatro metros y un Niño Jesús, de dos.

Más de 250.000 personas llenaron las calles de Santa Cruz durante la víspera del Día de Reyes

En total, quince carrozas, tres más que el año pasado y a cual más bonita, si bien destacaba la inaugural, que simulaba una banda que tocaba en un barco y la de HiperDino. 

La gran ausente fue la música. Ni la banda municipal de Santa Cruz. Ni una fanfarria. Ni una banda de cornetas y tambores. Se echó de menos alguna que animara el paso procesional, por momentos, de los pajes comparseros disfrazados de cartas de Reyes y otros elementos navideños y que miraban a izquierda y derecha, embutidos en fantasías fabricadas en el pasado por Leo Martínez, para ver qué paso seguir. 

Fue una cabalgata donde primó la luz, huérfana de música y que dejó al descubierto los vacíos entre personajes de Disney o gigantes y animales inflables.

Con Caraballero y Paula Álvarez, gana enteros de calidad de Cabalgata de Reyes, pese a necesita mejorar de la plataforma del camello desconcertante; alguno pensó que se había bajado el rey mago cuando en realidad era un vehículo para el reparto de caramelos; caramelos que, como la música, también se echó de menos a pesar de que se anunció el reparto de más de 2.500 unidades sin gluten y con y sin azúcar.

Ya en el momento de la adoración en la plaza de La Candelaria, se hizo la música, con la Banda Municipal, la misma que se echó de menos en el recorrido si no fuera por la minibanda que viajó en la carroza inaugural, en forma de barco, y que trajo al recuerdo la escena de la película Titanic, solo que la noche de este 5 de enero en Santa Cruz no hubo violín. Pero tampoco músicos en el resto del recorrido de casi cuatro kilómetros desde la avenida de Bélgica a la plaza de La Candelaria. 

Si en ediciones pasadas llamó la atención el vestuario que adaptó Leo Martínez a la Cabalgata, esta edición se dio un paso al frente con la incorporación con elementos inflables, y aún así, aliviando peso, a los elefantes se les lió el paso y al final no salieron. Les pasó como el camello del que parecía que se había bajado un rey mago y que era de una carroza que falló en el último momento y que se reservaba para el reparto de alimentos.

Un recorrido más corto en la Cabalgata de Reyes de Santa Cruz

Un recorrido más corto en la Cabalgata de Reyes de Santa Cruz / Andrés Gutiérrez

Otra de esas perlas: la plataforma recoge chupas, para los más pequeños de la casa, o la de los personajes Disney. Si de algo puede presumir este año la Cabalgata de Reyes es precisamente de sus carrozas, incidencias menores al margen. Las plataformas no solo eran de luz sino que tenían efectos de lanza confetis y seguro que hasta música... pero el politono de los móviles sonaban más fuerte que las melodía de la carroza, gracias a la estricta aplicación de la ley del ruido.

El espectáculo del estadio

Antes, a las tres y media de la tarde, abrieron las puertas en el estadio Heliodoro Rodríguez López para dar paso al acto de acogida de Sus Majestades. La pésima megafonía no impidió a las 18.000 personas que se dieron cita en el estadio Heliodoro Rodríguez López disfrutar y emocionarse con la llegada de los Reyes Magos. 

Poco antes de las seis de la tarde y después de un espectáculo con más ruido que sonido, y que duró casi una hora, los niños vibraron de alegría en la primera pasada del helicóptero que transportaba a Sus Majestades desde Oriente. Casi casi se posa sobre el césped, como antaño. Dos pasadas más y los Reyes Magos llegaron en vehículos de Domingo Alonso al terreno de juego. Y volvió a vibrar el Rodríguez López. Hasta el centro del terreno de juego se acercó el alcalde Bermúdez, y el nuevo concejal de Fiestas, Javier Caraballero, para entregarle a los Reyes Magos la llave mágica que abre todas las casas de la ciudad. 

Los Reyes Magos llegan al Estadio Heliodoro Rodríguez López

Los Reyes Magos llegan al Estadio Heliodoro Rodríguez López / Andrés Gutiérrez

Baltasar tomó el micrófono y de nuevo emoción infantil. Su Majestad recordó que van a hacer un sobreesfuerzo por llegar a todas las viviendas esta noche y recordó a los pequeños que sean obedientes tanto a sus padres como a su profesores. A continuación, los Reyes dieron la vuelta al campo para recoger las cartas de los niños antes de que comenzara la Cabalgata, prevista para las siete de la tarde. Y se lo tomaron con calma, pues casi tardaron el mismo tiempo en hacer el paseíllo que el propio acto de agasajo.

Una pésima megafonía

Antes de llegar los Reyes, el espectáculo de acogida. Lo peor, con creces, el sonido, como se denomina a la megafonía que debía reproducirlo un diálogo que aún está por identificar. Gracias al peso de la costumbre. Aunque no hubo cuento esta edición, tocó, otra edición, robar los caramelos. El arranque se hacía tedioso, hasta que interpretaron la primera de las canciones: Quédate, de Quevedo, como la grupal que interpretarán los participantes de Operación Triunfo en la gala del próximo lunes.

El espectáculo comenzó a levantar vuelo: «Papás, ¿cómo se han portado los niños?», preguntaron los personajes que se encontraban sobre el césped amenizando una espera que se diluía en una terrible megafonía. Se salvaba cuando cantaban o cuando se adivinó la llamada que realizó uno de los maestros de ceremonias a Melchor, cuando estaba en el helicóptero... «¡Llamada de Melchor!», y el Heliodoro Rodríguez López tembló como si el CD Tenerife goleara a la UD Las Palmas este domingo, a las 21:00 horas. Más emoción cuando Melchor activó el manos libre para saludar a los 18.000 espectadores, lo que ya provocó el delirio colectivo.

Las canciones populares fueron el mejor hilo conductor para enganchar al público, como quedó de manifiesto cuando le enseñaron a los niños la frase «¡Melchor, Gaspar no olviden a Baltasar!». 

Lo mejor, la apuesta de Producciones Komba, que regresó después de tres años, por incorporar a los tradicionales villancicos la coreografía de la escena de grupos del Carnaval. Y como el popurrí de villancicos era archiconocido, se salvó la mala megafonía. Salvo el sonido, que tiene garantizado carbón, los Reyes Magos comienzan el recorrido por los hogares. 

La capacidad de adivinar el diálogo y lo que cantaban quedó de manifiesto cuando los presentadores se arrancaron con un poupurrí de villancicos que bastaba dar el pie de romance para que el estadio se viniera arriba. «Ya están tardando en traer a Renzo y Soul Sanet», comentó un letrista de murga del Carnaval. Las comparsas quedaron desdibujadas embutidas en elementos navideños sin música con la que bailar en el recorrido, los grupos coreográficos Crew of Dreams, Loli Pérez, Latin Salsa, Tenerife Dance Proyect, ONYS, Ballet Dance, Funkiguachi, Crazy Dancer, Ibaute y Moana demostraron su capacidad para moverse al ritmo de Campana sobre Campana, Navidad, Ande ande ande la Marionena, La Virgen se está lavando entre cortina...

Los Reyes Magos llegan al Estadio Heliodoro Rodríguez López

Los Reyes Magos llegan al Estadio Heliodoro Rodríguez López / Andrés Gutiérrez

Se alternaban genialidades, como la llamada telefónica de Melchor, que permitió interactuar con el público, o los villancicos carnavaleros con clásicos del acto de acogida de los Reyes Magos: el tradicional robo de caramelos... «O ponen a Quevedo o no se remonta», sentenció de nuevo el letrista de murga de Carnaval. Pero la megafonía es un lastre que parte cualquier intento de mantener la atención, si no fuera por esos guiños puntuales.

Los protagonistas

Tantos espectadores, 18.000, como historias humanas, como la de Bolorino Armani, que ya tiene quien lo jubile: su propio hijo. Su nombre, Seiya, como el de los Caballeros del Zodíaco, aunque él presume de padre cuando se le pregunta su nombre: Bolorino.

En el césped, jugueteaba con el pie de la cámara con la que su padre ha emitido tantos directos, con el orgullo de ser de mayor como él. Y Bolorino, aquel personaje que hasta colocó móviles en la cárcel para hablar con los reclusos y escuchar su testimonio, mostró su faceta más familiar y tierna.

Los Reyes Magos llegan al Estadio Heliodoro Rodríguez López

Los Reyes Magos llegan al Estadio Heliodoro Rodríguez López / Andrés Gutiérrez

En la zona próxima a Tribuna, otro de esos casos anónimos y que seguro que se repitió por decenas en la víspera de Reyes: Marta del Castillo acudió con el pequeño Marcos a ver por primera vez a Sus Majestades en el estadio... y Marcos ya es primogénito porque el próximo año –después de mayo– viene Pablo... Curiosidades de la vida, la sobrina nieta del compositor del Santa Cruz en Carnaval, Agustín Ramos, dará a sus hijos los mismos nombres de los mejores solistas de Los Fregolinos: Marcos (Redondo) y Pablo (Vidal).

El pequeño Marcos pudo disfrutar de la primera visita de los Reyes Magos en los brazos de su abuela, María Isabel Ramos García, primera dama de honor del Carnaval 1978 que inculcó no solo la pasión por la máscara sino también por los Reyes Magos a sus dos hijos y ahora a su nieto.

Cuando ya finalizaba la adoración de los Reyes Magos en la plaza de la Candelaria y Caraballero se sacaba las fotos con su equipo para agradecer el esfuerzo de Fiestas, la organización confirmaba que más de 250.000 personas llenaron las calles de Santa Cruz.

Ya de madrugada, reinó la incertidumbre con el suministro eléctrico en la zona del Rastro. Servicios Públicos les permitió este año vender hasta las cuatro de la madrugada pero no había llegado la medianoche y apagaron el motor por el ruido y los vecinos, aunque CarmenTejera esperaba que se restituyera la normalidad en el penúltimo altar de la visita de los Reyes Magos antes de recalar en los goares chicharreros. 

Feliz día de Reyes.