El alcalde, José Manuel Bermúdez, y la concejala de Anaga, Inmaculada Fuentes se trasladaron hasta Tachero tras la visita a Almáciga. En este monumento natural al paraíso, anunciaron que se procederá a hormigonar el peatonal , además también de acondicionar el acceso al charco.
La concejala de Anaga explicó que Costas emitió en abril su autorización para emplear una pala en la mejora del acceso al charco, pero está pendiente del informe de una técnico municipal.
El encuentro con los vecinos de Tachero permitió el encuentro con un rincón idílico, donde en invierno están ocupadas cuatro o cinco de la veintena de casas que conforman este enclave que vive estas fechas su temporada alta, incluso las dos viviendas vacacionales que existen, una de las joyas del lugar: casi imposible conseguir un alquiler por un mínimo de tres días por menos de 200 euros, en el mejor de los casos.
Entre los vecinos, y visitantes familiarizados con el lugar, Luciano y Rizal, referentes de la zona. El primero, quien fuera ferretero de La Laguna; el segundo trabajador de Unelco que mucho contribuyó con su labor en Taganana, que disfrutan con los suyos del merecido descanso a la entrega laboral.
Tachero presume también de historia gracias a Lolita Pérez Negrín, colaboradora del periódico EL DÍA, que recuerda que esta zona, desde la costa hasta el monte, fue un solar que adquirió su abuelo por 30.000 pesetas al conde de Siete Fuentes, mientras señala a la ladera donde tenía una bodega que tiene una apariencia más propia de ermita. La visita es motivo de júbilo por la treintena de vecinos, que ofrecen un piscolabis en el que los residentes rechazan la independencia de Taganana. Tachero es también el remanso de paz que disfruta Carmen Rosa Rodríguez, quien durante medio siglo estuvo al frente la tienda de ropa infantil Rodríguez, al inicio de la calle del Castillo, y que disfruta en familia de Tachero; ejemplo de esposa y madre, y empresaria.
