Aseguran que pasaron mucho miedo y que no podían evitar llorar. Ahora solo quieren sonreír y olvidarse del volcán. Así lo cuentan los 19 niños de La Palma que han visitado la capital tinerfeña.
«Lloraba todos los días. Estaba triste y sentía miedo. Nuestra casa quedó destrozada. Pero hoy ya no lloro, lo malo se acabó. Ahora tenemos que ser fuertes y pensar que nuestra vida mejorará». Son las palabras de la pequeña Nora Bourgaa, de solo 10 años, vecina de Los Llanos de Aridane, que este viernes, 13 de mayo, se encontraba entre la veintena de niños afectados por la erupción del volcán de La Palma que fueron recibidos por el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, el nacionalista José Manuel Bermúdez. Se trata de un grupo de pequeños, de entre 8 y 11 años, que, de la mano de las asociaciones Solidaridad con La Palma y Hagamos Pueblo, han viajado hasta la isla de Tenerife para disfrutar y «desconectar, durante unos días, del ambiente tan duro que les ha tocado sufrir».
Este viernes recorrieron la capital tinerfeña, visitando, entre otros lugares, la Casa de la Juventud Lázaro, donde realizaron diferentes actividades, el Palmétum y el Ayuntamiento, donde el alcalde y las ediles de Acción Social y Educación, Rosario González (CC) y Claudia Reverón (CC), respectivamente, respondieron a las curiosidades de los pequeños sobre el municipio chicharrero. Las autoridades municipales destacaron la «valentía» de estos niños, procedentes de los municipios más afectados por la erupción del volcán, como Los Llanos de Aridane, El Paso, Tazacorte y San Andrés y Sauces, y les animaron a mirar hacia el futuro con alegría y «esperanza».
La pequeña Nora, cuya familia, que residía en Todoque, tuvo que trasladarse hasta Tazacorte, estaba encantada con su viaje a Tenerife. «Lo estamos pasando genial y estamos haciendo nuevos amigos», dijo. En el mismo sentido se manifestó Nael Gómez, de solo 9 años y vecino de El Paso, quien indicó que era la primera vez que visitaba la capital chicharrera, asegurando que es una «ciudad muy chula». Nael recuerda con mucha tristeza los más de tres meses que duró la erupción del volcán. «Era un volcán muy pesado. El ruido me daba miedo. Mi casa se rompió, pero ahora nos han dado otra en Las Manchas». Este pequeño envía un mensaje al resto de niños palmeros afectados por el volcán, diciéndoles que «estén tranquillos, que no se preocupen, que todo volverá a la normalidad».
«Lloraba todo los días; estaba triste y sentía miedo; nuestra casa quedó destrozada»
Sergio Rodríguez, de 11 años y vecino de El Paso, señaló que lo que más le ha gustado de la Isla es el Loro Parque, «es una pasada», y también las piscinas del hotel. «Ahora sí que lo estamos pasando genial, pero lo que vivimos fue muy duro. Yo intentaba distraerme dando paseos con mis amigos, pero era difícil ignorar lo que estaba pasando. Había mucha ceniza y mucho ruido. Mi padre me tuvo que poner unas gafas porque la ceniza nos hacía daño en los ojos», comentó. Samira García, también de 11 años y vecina de Los Llanos de Aridane, apuntó que este viaje «está siendo una experiencia única». Con respecto a la erupción del volcán, esta pequeña contó que «fueron momentos muy difíciles, pero de todo se sale, no hay que perder la esperanza».
Las entidades Solidaridad con La Palma y Hagamos Pueblo, bajo el eslogan Sonrisas por la Palma, decidieron organizar un viaje a Tenerife con los pequeños afectados por la erupción del volcán de La Palma, con el objetivo de que «los niños disfrutaran de una aventura y se olvidaran de todo lo terrible que habían vivido». Teresa Pestana, presidenta de Hagamos Pueblo, explicó que este es el primero de cuatro viajes.
«Estos viajes también permiten que los padres puedan tomarse un respiro, mientras sus hijos disfrutan de una aventura que les hará crecer como personas», señaló la edil de Acción Social.
