Ya ha arrancado la temporada de invierno de cruceros en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife, en el que se prevé alcanzar, en lo que queda de año, las 95 escalas de buques. Solo en el mes de octubre se espera la visita de un total de 28 cruceros. El primero llegó este sábado. Se trata del Celebrity Silhoutte, con bandera de Bahamas, que tiene una capacidad de 2.850 pasajeros y fue inaugurado el 1 de agosto de 2011. Entre las características de este barco se encuentra su Lawn Club, un amplio jardín situado en la cubierta superior.
También visitarán la capital chicharrera durante este mes, ya sin la obligación de realizar excursiones burbujas para los turistas, los cruceros World Navigator, Ventura, MSC Splendida, Sea Cloud, Celebrity Apex, Regal Princess, Le Boreal, Spirit of Discovery, Aida Sol, MSC Preziosa, Le Lyrial o Borealis. Asimismo, arribarán al Puerto de Santa Cruz en octubre el Iona, de bandera británica y considerado como el tercer mayor crucero del mundo, y el majestuoso Queen Elizabeth, de la legendaria naviera Cunard, que regresará a la Isla con este buque tras casi dos años de ausencia debido a la pandemia del coronavirus Covid 19.
Estos buques estarán de paso por Santa Cruz, permaneciendo unas horas para que los visitantes puedan realizar diferentes excursiones, pero otros utilizarán la instalación capitalina como puerto base, es decir, para recoger y para dejar turistas, como es el caso de los cruceros Seaventure, Europa 2 y Hanseatic Inspiration.
Desde la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife se resalta que el de la capital chicharrera fue uno de los primeros puertos a nivel mundial en retomar las operaciones, en noviembre de 2020, después de que se pusiera fin al confinamiento y a las restricciones más duras por la pandemia, «y ha seguido recibiendo cruceros desde entonces, sin que esto haya significado un impacto en el número de contagios ni hospitalizaciones por Covid 19». Con respecto a todo 2021, la Autoridad Portuaria prevé superar las 400 escalas de buques en los puertos de la provincia, 200 en lo que queda de año, «acercándonos así nuevamente a las cifras que registraba en dicho tráfico antes de la pandemia, con 511 escalas en 2019».
El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez (CC), celebra el regreso de los cruceros tras el parón motivado por la pandemia. «El inicio de la normalidad y volver a tener cruceristas que paseen por nuestras calles de manera libre después de una época donde tenían que hacerlo en grupos burbuja es, sin lugar a dudas, una gran oportunidad para nuestros comercios, restaurantes, terrazas…», apunta. «Nos ilusiona y nos da la esperanza de que muy pronto podamos volver a reactivar las calles de nuestra ciudad con actividades para los que vivimos aquí y los que nos visitan», añade el regidor local.
En la misma línea se manifiesta el concejal de la Sociedad de Desarrollo, el también nacionalista Alfonso Cabello, quien indica que «ahora, la capital debe ofrecer su mejor cara». El edil santacrucero espera que en adelante «vayamos recuperando el impacto económico que los cruceristas generan en la ciudad, que, en los mejores años, se situaba en torno a unos 20 millones de euros».
Santa Cruz, destino de yates de lujo
El Puerto de la capital tinerfeña ha acogido entre 2020 y 2021 más de un centenar de yates, algunos de ellos tan célebres como el Wayfinder, que sirve de apoyo al megayate principal de Bill Gates, o el Amore Mio, uno de los más lujosos y caros del mundo. Según informan fuentes de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, la temporada de yates en la instalación chicharrera se extiende desde junio hasta octubre, por lo que «este año aún quedan lujosas embarcaciones por llegar», que seguirán llamando la atención de aquellos que pasean por la avenida de Anaga o por la zona peatonal del Puerto capitalino. Por ejemplo, durante el mes de septiembre, visitaron Santa Cruz de Tenerife un total de seis embarcaciones de lujo. Entre estas se encuentra el megayate Aurora, un barco muy conocido en el sector marítimo portuario debido a sus 74 metros de eslora. En julio, arribó al Puerto chicharrero el Amore Mio, propiedad de Evangelos Marinakis, magnate de los medios de comunicación griegos. Se trata de uno de los barcos más lujosos del mundo.
