Llegó por cuatro años y, al término de su mandato, Miguel Cabrera Pérez-Camacho aspira a la reelección. Su exquisita oratoria, demostrada en su etapa de diputado regional, no le ha impedido cuadrar las cuentas del Casino sin necesidad de tocar cuotas ni pedir derramas a los socios. Ahora plantea centrar los esfuerzos en la mejora de la sede, con un nuevo gimnasio, y sin aspirar a obras faraónicas, sino mimando al socio.
¿Por qué decide concurrir a la reelección?
Decido presentarme a la reelección porque hay muchas cosas que hacer; tenemos un edificio de 1935 en el cual constantemente tenemos que estar haciendo obras. Me presento a la reelección para construir el Casino de todos, el Casino del futuro, en el que nuestros hijos y nietos se sientan bienvenidos en este precioso edificio de la plaza de La Candelaria.
O sea, que no hay crisis y pueden ejecutar obras.
Hemos realizado una fantástica gestión. En el último mes de nuestro mandato hemos dejado amortizados todos los créditos del Casino. Si alguien se presentase y ganase las elecciones se encontraría con que el Casino no debe un duro. Nosotros nos encontramos con que el Casino debía un montón de dinero y se tenía que hacer la tercera salida de emergencia y no había recursos, lo que nos obligó a pedir un crédito para hacer frente a dicha obra. Ahora que cerramos este primer período de mandato y ya están pagadas tanto las deudas de la junta anterior como el crédito de la escalera de emergencia.
En el último mes de nuestro mandato hemos dejado amortizados todos los créditos
Pero, ¿han subido las cuotas?
Se han amortizado los préstamos sin tocar las cuotas; aquí siguen pagando los socios 62 euros mensuales y sin derrama, y hemos subvencionado con cinco euros, por decirlo de alguna manera, el precio del menú que se ofrece en el restaurante del Casino. Estamos hablando de un menú de gran categoría, por 10,50 euros para los socios, una decisión que se adoptó para reactivar el Casino en la época postcovid. Por la noche hemos puesto música en vivo en el restaurante del Casino, de miércoles a domingo. Incluso se han ofertado almuerzos temáticos con motivo de San Valentín, el Día de Canarias o las Fiestas de Mayo, entre otras celebraciones.
¿Cuándo es el relevo en la presidencia?
Dura tres meses. Las elecciones se celebrarán el próximo 4 de octubre y sinceramente, salvo la candidatura que encabezo, no creo que se vaya a presentar nadie. Pero siempre le asiste el derecho a todos los socios.
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¿Cuál es su principal proyecto con vistas a su segundo mandato?
La prioridad es el gimnasio en las tercera planta; es esencial porque el que tenemos abajo se queda muy corto. Ya intentamos acometer la instalación en su momento y hubo problemas con la declaración de Bien de Interés Cultural de la que disfruta nuestra sede, pero ahora tenemos todo el expediente armado para que no haya problemas. Hasta ahora contamos con un gimnasio que resulta insuficiente para la demanda de los socios que está en servicio los fines de semana y se ha ampliado el servicio con un monitor.
¿Alguna otra iniciativa?
Junto al gran gimnasio de la tercera planta y dentro del mismo proyecto tenemos previsto realizar también un retoque en la terraza, que está bonita, gracias a las medidas de seguridad aplicadas ante la presencia de niños, lo que nos llevó a acristalarla, pero este espacio merece una acometida más a fondo; la última obra se ejecutó allí en 1995.
¿Prevé cambios en su nueva candidatura?
No está perfilada aún. Algún cambio va a haber, porque siempre hay personas que después de haber probado cuatro años se dan por satisfechas y prefieren descansar. Habrá algún reajuste, pero seguirá el equipo base.
Y eso que cuando decidió presentarse la primera vez parecía que venía por un mandato nada más...
Sí (se ríe). Uno de los grandes logros de estos cuatro años ha sido la actualización de las rentas de los locales. Se ha pasado de 1.800 a 16.000 euros mensuales. Piensa, por ejemplo, que en el Bar Atlántico se pagaba una renta antigua y ahora se ha actualizado. En ese caso se presentaron siete empresas y se eligió la mejor oferta, porque además de la renta, el concesionario entregó al Casino 150.000 euros más seis meses anticipados de fianza... Piensa que todos los locales de la sociedad están alquilados y actualizadas las rentas. Cuando oigo hablar a Airám (el concesionario del Bar Atlántico) siempre digo: ¡qué diputado hemos perdido! (se ríe). Tiene la virtud de convencer.
¿Les ha pasado factura el covid?
A pesar del covid hemos estado desarrollando un montón de actividades. Hasta que marzo de 2020, cuando ya se articularon las medidas sanitarias que limitaron aforos, la actividad del Casino era un 50% mayor que la desarrollada en años anteriores, con una revitalización sin precedentes y con actos casi a diario.
¿Han acudido al ERTE?
La pandemia obligó a cerrar la actividad durante cuatro meses y tuvimos que recurrir a un ERTE. La Junta Directiva acordó completar con un 20 por ciento las retribuciones ordinarias percibidas por el personal de esta institución.
¿Apagó el covid la programación cultural del Casino?
Nos pusimos en manos de una empresa de prevención especializar en planes anti covid pudimos realizar los Ciclos de Conferencias de 2020 y 2021, la Semana de la Música de 2020 con la presencia de Celso Albelo y distintas propuestas, como el concierto de El Consorcio; ni que decir tiene que la pandemia supuso el cese de la actividad del Casino desde marzo de 2020 a nuestra actividad de restauración, social y cultural que la junta directiva interpretó como una oportunidad para impulsar de la mejor manera posible la reapertura, como nos habíamos comprometido con nuestros socios.
¿De qué se siente más orgulloso en la programación cultural del Real Casino?
Se aumentó el 50% de actos culturales y festivos, con la creación del Club de Lectura, la reactivación del Ciclo de Cine, la creación de Cuéntanos tu viaje, Diálogos de Arquitectura o el Ciclo sobre la Gesta del 25 de julio, entre otros.
¿Alguna otra acción para revitalizar la sociedad?
Se ha desarrollado el Ciclo para temas de salud, exposiciones de los fondos bibliográficos del Casino, la reedición de La Pequeña Historia de un Gran Casino, de Valeriano Weyler; la edición del cuento infantil El Casino y yo, de Carmen Betencourt García Talavera, o hemos contado con la presencia de destacados artistas, como Celso Albelo, El Consorcio, Billo’s Caracas Boys, Los Sabandeños, Carmen Acosta, Javier Negrín, Patricio Gutiérrez...
¿Dónde quedan los jóvenes en el Casino de Tenerife?
Prometimos que los jóvenes accederían a nuestra sociedad y lo hemos cumplido. No solo por la creación de una Comisión de Juventud para atender las peticiones y necesidades específicas de los hijos de los socios, sino renovando generacionalmente la masa social, con incentivos económicos para el acceso de personas menores de 45 años.
En estos cuatro años también ha habido algún incidente con la Policía o algún socio.
En mi mandato me he esforzado mucho para que al Casino se le respete. Mientras yo sea el presidente del Casino aquí nadie le falta el respeto a la institución. En dos veces hemos actuado, una contra la Policía, que pretendió entrar en bermudas a un concierto, y otra, contra inspectores de Sanidad, que quisieron acceder aquí como Pancho Villa, sin aviso ni comunicación ni permiso judicial, y estamos en pleitos con ellos. Nos hemos preocupado por mantener el respeto a la institución y valores que representa el Casino, a todos los que formamos parte de él, tanto socios como nuestros trabajadores.
Pone énfasis en el respecto a la sociedad que preside.
En todos estos cuatro años del que ha sido mi primer mandato nos hemos preocupado muchísimo por el respeto que debe tenerse a nuestra institución, que es Medalla de Oro de Santa Cruz, de Tenerife y de Canarias. Y así debe ser siempre, al menos mientras yo presida esta Casa. Al Real Casino de Tenerife se le respecta.