La actuación conjunta de tres concejalías –Atención Social, Servicios Públicos y Seguridad Ciudadana– permitió proceder a la demolición de una de las siete chabolas que permanecían en pie en el poblado del Pancho Camurria, a la entrada de Santa Cruz, y activó las alarmas sobre el motivo de su destrucción, que descubre la labor silenciosa de los Servicios Sociales de la capital.

La concejala del Instituto Municipal de Atención Social, Rosario González, confirmó que la demolición de la chabola se produce tras el fallecimiento de Hassan, quien fuera el patriarca del lugar al ser el más antiguo de los moradores de este enclave, donde se instaló entre despojos con los que hizo su hogar desde el año 2011.

Aunque siempre se negó a aceptar los recursos alojativos que el IMAS le ha ofrecido, tanto a él como a las siete personas que continúan morando en el lugar –entre ellos, una pareja–, desde la UMA se atiende a estas personas vulnerables, como ocurrió con el propio Hassan, a quien se le diagnosticó un cáncer terminal. Precisamente el personal de Atención Social ha sido el que lo acompañó desde que supon de su enfermedad, hasta que estuvo ingresado, incluso en cuidados paliativos, y cuando se produjo el desenlace, ayer.

Por la tarde se procedió a la demolición de su caseta y ahora solo continúan en pie seis de las 25 que llegaron a formar este poblado.