El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife ha suspendido las obras de rehabilitación para recuperar el histórico cementerio San Rafael y San Roque, iniciadas en noviembre del año pasado. Cuando parecía que ya se habían superado todos los obstáculos para que por fin, y tras un procedimiento que ha sufrido varios retrasos y numerosas vicisitudes, este camposanto se pudiera abrir a la ciudad y convertirse en un atractivo cultural y turístico, el proyecto ha sufrido un nuevo varapalo.

El concejal de Infraestructuras, el nacionalista Dámaso Arteaga, ha explicado que durante la ejecución de los trabajos se ha detectado la necesidad de replantear la ubicación de la rampa de acceso que conectará las dos partes del cementerio, la católica y la anglicana. “Esto significa que se debe modificar el proyecto de rehabilitación inicial, pues estamos hablando de una actuación muy importante, y la citada modificación debe recibir el bueno visto de Patrimonio. Por lo tanto, nos hemos visto obligados a suspender las obras”, apunta el edil.

Dámaso Arteaga confía en que la modificación del proyecto por parte del arquitecto y la tramitación del mismo en Patrimonio del Cabildo se lleven a cabo lo más rápido posible para poder proceder a la reanudación de las obras. Estaba previsto que los trabajos de rehabilitación, en los que el Ayuntamiento invertirá unos 600.000 euros, finalizasen en noviembre de este año, pero dicho plazo no podrá cumplirse.

“Este parón de la obra supondrá un retraso en su ejecución, pero entendemos que éste es necesario para poder hacer las cosas bien. Se trata de un lugar emblemático de la ciudad al que hay que darle la mejor solución. Además, estamos hablando de un asunto de accesibilidad, por lo que es necesario modificar el proyecto inicial. Una vez que esto ocurra, nuestra intención es que Santa Cruz de Tenerife recupere el cementerio San Rafael y San Roque lo antes posible”, manifiesta el concejal nacionalista de Infraestructuras.

El cementerio de San Rafael y San Roque abrió sus puertas como camposanto en 1810 y las cerró de forma oficial en 1916, tras 106 años de funcionamiento, con la inauguración de Santa Lastenia. Se trata del primer cementerio civil de Canarias, de tipo romántico. Fue construido por la necesidad de ampliar el terreno para los enterramientos durante la epidemia de fiebre amarilla que afectó a la Isla en el año 1810.

En el histórico camposanto de San Rafael y San Roque se encuentran enterradas más de 47.000 personas, de las que la gran mayoría, más de 46.000, están en fosas comunes y el resto, 666, en tumbas. En éstas fueron enterrados numerosos personajes ilustres, como Sabino Berthelot, García Sanabria, Ireneo González o Imeldo Serís.