Vecinos y visitantes de la zona de Anaga soportaron este sábado, desde poco después de las once de la mañana hasta las dos de la tarde, colas de hasta cuatro kilómetros de largo –desde la rotonda de acceso de San Andrés hasta cerca de Muelle Norte–, a lo que se sumó el caos en el interior del Macizo.

Cola en la autovía de San Andrés. Juan Manuel Afonso

Residentes del pueblo de San Andrés, como Kiara de la Rosa –vecina de la zona de El Regente– lamentaron que tuviera que tardar casi dos horas para llegar hasta su domicilio, en la parte alta del barranco de El Cercado. Y no fue un caso excepcional. El primer fin de semana después de la Semana Santa, centenares de bañistas se decantaron por la playa de Las Teresitas y el litoral de Anaga para disfrutar de un día veraniego que ayer se convirtió en el preludio de lo que está por venir en agosto, según advirtió Marcos Cova, de la Asociación de Vecinos El Pescador, de San Andrés.

“¿De qué sirve que se ponga en marcha un operativo con motivo de la Semana Santa si luego no se refuerza el transporte público los fines de semana siguiente?”, se pregunta, a la vez que solicitan que las autoridades insulares den una respuesta al caos que se vivió ayer en Anaga. “Dentro de poco es que no podemos entrar los residentes en el Parque Rural de Anaga y nos van a echar de nuestras propias casas”, se lamentaban.

Efectivos de la Policía local procedieron a las doce, a las dos y a las tres y media de la tarde de este sábado al cierre temporal de las playas de Las Teresitas y de Las Gaviotas, tal y como confirmó el Cecopal en su perfil en Twitter, mientras en el interior de Anaga el tráfico se cebaba con los vecinos de las zonas de Almáciga y Benijo.

Además, otro sábado más la guagua de Afur de las dos y cuarto de la tarde permaneció parada durante más de media hora a la altura del cruce con Roque Negro, según confirmó el representante vecinal de esta zona, José Iván Rodríguez. “Se pensaron que con poner unas pilonas iban a resolver la situación del tráfico y lo único que han conseguido en empeorarlo”, para precisar que “lo que debería hacer es pintar en el suelo la zona de reservado en amarillo, para que nadie lo pueda invadir”.

Otra histórica dirigente de Anaga, Goya Alonso, recordó que el sábado de la semana pasada la guagua de las dos y cuarto permaneció parada. “Ahí dejan los coches algunos senderistas y luego se marchan a caminar. Llega la guagua y no puede pasar. Y así todos los sábados. La semana pasada incluso fue precisa la intervención de la grúa para que pudieran mover varios vehículos que los pusieron en el viradero, en la parte baja de Afur. Algunas veces llamamos y no nos hacen caso, pero cualquier día va a pasar una tragedia porque puede ser necesario que pase una ambulancia y esté el tráfico colapsado”.

José Iván Rodríguez, de Roque Negro, asegura que “es fácil mantener un control en la carretera que va desde San Andrés a Las Mercedes. Solo es necesario que se coloquen dos parejas de Policía o guarda montes a la entrada y a la salida de la vía y lleven un control del número aproximado de personas que pueden entrar al Parque Rural de Anaga”.

Este dirigente insiste en que de poco vale activar un dispositivo de Semana Santa si luego, el resto del año, no se controla el tráfico, en especial los fines de semana. “La clave pasa por controlar el acceso y, sobretodo, por establecer un mejor servicio público de guaguas”.

El concejal socialista Florentino Guzmán Plasencia también lamenta que Las Teresitas careciera de servicio de playa de La Policía, que al parecer parece reservado solo para Semana Santa y la temporada estival.

La situación de caos en el tráfico de San Andrés se registró, con especial incidencia, desde la una a las dos de la tarde, cuando se formó una cola de hasta cuatro kilómetros, si bien ya desde las once se registraron las primeras retenciones que hacían presagiar que muchos bañistas se habían decantado por disfrutar el sábado en la playa de Las Teresitas”. Aunque a las tres y media se cerró de nuevo el acceso por estar ocupados todos los estacionamientos, a partir de las cuatro se retomó la normalidad en la zona.

Almáciga y Benijo, desbordados

Los vecinos y comerciantes de Almáciga y Benijo también comunicaron a este periódico su indignación por el caos que se vivió el sábado y que trajo al recuerdo la situación del Jueves Santo del año pasad o el 9 de septiembre pasado, cuando los campistas desbordaron la carretera que va de Almáciga a Benijo, aparcamiento a izquierda y derecha, impidiendo en aquella ocasión el paso de una guagua.

Los residentes alertan de que este sábado se vivió una situación similar. “Desde la noche del viernes se quedaron muchos vehículos estacionados en los márgenes de la carretera, a lo que se unió la llegada de más bañistas”, lo que provocó el temor de los vecinos de Almáciga de qué pasaría si fuera precisa la intervención de una ambulancia para socorrer a alguien.

Vanesa Sosa, secretaria de la Asociación de Vecinos Nuestra Señora de Begoña, en Almáciga, alertó que a la una de la tarde del sábado la zona parecía “Sodoma y Gomorra” en la playa. “Desde las diez de la mañana la zona está llena y están aparcando mal los coches. Se ve que aquí no hay ningún control y, si existe alguno, se ve que no lo llevan bien”. Vanesa Sosa insistió en que la mayoría de los vehículos había pernoctado del viernes al sábado en la zona.

A las dos y media de la tarde de ayer, efectivos de cuerpos de seguridad procedieron a cortar el acceso en la carretera de Almáciga, lo que provocó la indignación de los restaurantes de la zona de Benijo, ya que es la única forma posible para llegar hasta los establecimientos y veían en riesgo las reservas realizadas por muchos de los clientes. ”Con lo mal que está la situación económica, y ahora cierran el acceso. Nos llevan a la ruina”, alertaron, para confirmar que a las tres y media de la tarde se había devuelto la normalidad y se había reabierto el tráfico. Dirigentes vecinales y comerciantes de Anaga reclaman medidas para regular los accesos al tráfico y potenciar el transporte público.