¿Cuáles son los orígenes del Mercado Nuestra Señora de África?

Nosotros venimos de la Recova vieja, que se construyó en 1800. Aquello se quedó pequeño y la Junta Económica promovió esta construcción en 1943; en la actualidad aquí hay familia que pertenecen a la tercera o cuarta generación que ha estado vinculada a la Recova. Recuerdo que durante mucho tiempo se simultaneó la actividad en los dos edificios porque se entregó en 1943 pero luego se fueron inaugurando los cinco patios, hasta 1955.

¿Cómo era la configuración inicial?

El patio naciente era de carnicería, la frutería estaba en el centro y la pescadería, abajo. Las frutas y verdura estaban en el poniente, que era lo más que se vendía entonces.

¿Qué hace falta para tener un puesto en el mercado?

Tener un puesto que esté libre, algo que es difícil.

¿Cuántos puestos hay?

Hay 310 puestos, lo que pasa es algunos se han unido porque eran muy pequeños y en la actualidad hay 285.

¿Se han transmitido de generación en generación?

Aquí hay familias de toda la vida; hay de cuatro generaciones. También hay personas que se han retirado y han dejado su puesto. Entre los más antiguos, está mi familia (Marcelino Hernández, que tenía una carnicería). Puedo decir que jugué en la Recova vieja y también en esta; no porque estuviera nacida cuando se inauguró esta, sino porque mi padre se vino aquí en 1955, al patio poniente.

¿Cómo ha crecido el mercado?

Ha tenido etapas. Aquí llegó a ser todo: la dársena, el MercaTenerife... Todo estaba aquí concentrado también la calle del Humo, donde ahora está el centro comercial, la calle Darias y Padrón. Según se inauguró, se quedó pequeño. Incluso se vendía dentro de la barriada General Franco, como esa zona interior se llenó de puestos del mercado, porque es suelo público. Ahí se llegó a vender. Recuerdo que llegó a haber hasta dulcerías por fuera, donde hoy está el Cantábrico; antes habían casetitas.

¿Qué etapas destacaría?

El boom fue al principio porque aquí no había nada; incluso venían de otras islas a comprar porque aquí encontrabas de todo. Después en 1975-76, cuando el Merca se fue para arriba, el movimiento bajó aquí. Fuimos remontando y funcionamos estupendamente hasta que en los años noventa aparecieron las grandes superficies, pero también remontamos. El Mercado siempre se ha mantenido. Date cuenta que en 1995 tenía un déficit de cien millones de pesetas, y lo superamos.

¿Por qué fue la deuda?

Fue el déficit que padecíamos durante la gestión que llevaba el ayuntamiento; siendo alcalde de Santa Cruz José Emilio García Gómez nos dijo que esto era deficitario y que lo querían cerrar.

¿Cuando comenzó la lucha para evitar el cierre del mercado?

Desde 1986 estaba en Mersa, la asociación que creamos los comerciantes para que el mercado no desapareciera.

¿Qué proyectos tenía el ayuntamiento en el mercado?

Para mí que querían hacer otra cosa aquí... Creo que había algún proyecto en el que querían los políticos que nosotros no estuviéramos.

¿Tal vez un centro comercial como los que conocemos ahora?

Pienso que puede ser eso.

¿Y cómo cambiaron las previsiones municipales?

Hubo una guerra entre el ayuntamiento y los comerciales; hicimos unas cuentas manifestaciones los viernes, precisamente más fuertes para nosotros.

¿Una guerra larga?

Fue desde 1986 hasta 1995; querían dárselo a una empresa y privatizarlo, porque decían que era deficitario. Y nosotros nos negamos: si querían privatizarlo, que nos lo dieran a nosotros, y eso logramos.

Y se constituyeron en cooperativa.

Nos constituimos en 1994 y nos lo dieron en 1995; no fue fácil porque no nos lo querían dar; y a los dos meses nos advirtieron que nos iban a cerrar porque no confiaban en nosotros. El entonces alcalde, José Emilio García Gómez, dijo que “aquí no se vendía sino chocos y moscas”, y casi nos lo comemos a él... ¡Me dolió tanto...! Lo dieron por desahuciado...

¿Por qué se llegó a esa situación?

Habían puestos cerrados y el propio ayuntamiento no los sacaba a licitación; un puesto cerrado aquí perjudica a los demás. Entonces el semisótano estaba casi todo vacío.

¿El mercado se autoabastece?

Hay de todo: quien tiene su finca, del Merca o se lo trae un agricultor....

No es condición tener una finca para vender aquí...

No, no. Puedes comprar y luego vendes. Nosotros intentamos potenciar la agricultura y el sector primario aquí porque nos interesa que el Mercado sea el escaparate de todo lo que se vende en Canarias, pero también traemos de otros sitios.

¿Cómo se consigue un puesto en el mercado?

Se paga una licencia, como la de un taxis que paga a la Cooperativa, y mientras se porte bien, todo va bien (se ríe).

¿Qué canon paga el mercado al Ayuntamiento?

Abonamos un canon simbólico al Ayuntamiento que lo arregló Miguel Zerolo siendo alcalde su supera los siete mil euros.

¿Y cómo arreglaron el déficit de 100 millones de pesetas del 1995? ¿Cuánto tiempo tardaron?

A los dos o tres meses ya no había déficit, y con el mismo dinero que cogíamos de los alquileres de los puestos, y eso que cuando entramos no teníamos ni un duro; tuvimos que pedir 800.000 pesetas a CajaSiete, que fue la única que confió en nosotros entonces.

¿De qué ha servido la actividad por la noche en el mercado?

Es una promoción para el mercado, para que venga distinto público y sepa que estamos aquí y adquiera el hábito.

¿Cómo han vivido el confinamiento?

En parte bien y por otra, mal, porque como dependemos del ayuntamiento aquí se aplican unas medias estrictas y tenemos que dar ejemplo; nos han exigido una serie de medidas para salir para adelante, que es lo que se tiene que hacer con todos.

Y ahora afronta nuevos proyectos.

Sí, porque van a suponer un cambio en la imagen del mercado en la zona de las casetas azules, donde queremos instalar una planta de reciclaje y en la calle Darias y Padrón hacer un peatonal que va a quedar precioso, que lo hizo el Cabildo y todavía está parado con la pandemia.

¿Cómo nace la confederación de mercados nacionales?

Se gestó desde aquí, siendo Alfonso Cabello al frente de la Sociedad de Desarrollo, que se hizo un minicongreso de otros centros llegados de la Península y desde entonces nos hemos visitado entre nosotros. Se planteó la necesidad de estar juntos y se puso en marcha una gestora que, desde el lunes pasado, se eligió a la directiva, en la que me eligieron presidenta.

¿Están todos los mercados de España?

Están los más importantes; ahora lo que queremos es que entren se unan los mercados más pequeños que están sufriendo mucho y hay que sacarlos adelante.

¿Cuál es el objetivo de la confederación?

Estar unidos y, si es posible, que no cierre un mercado más y asesorarle en todo lo que necesiten.

¿Hay tendencia al cierre?

He visto cerrar mercados y me da mucha pena; todas las degustaciones están muy bien, pero no se puede perder el mercado tradicional y deben tener un límite. No se puede perder el mercado tradicional, donde tiene que haber verdura, carne, pescado,,, donde la degustación sea un servicio añadido. Date cuenta ni siquiera tenemos el mismo horario.

¿Cuándo abren ustedes?

Abrimos a las cinco de la mañana hasta las tres de la tarde; luego está el supermercado Hiperdino que está abierto hasta las ocho de la noche. En su momento transformamos los ultramarinos en charcutería a otras cosas y se instaló Hiperdino con el compromiso de no vender ellos perecederos, sino la parte seca. Nosotros abrimos también los domingos.

¿La rambla de los puestos azules pertenece también al mercado?

Si, están desde 1943, y paga lo mismo que si fuera un salón en la calle del Castillo: basura, autónomo, impuestos... Es un puesto más del Mercado y pertenece a la cooperativa.

¿Ahora mismo están pasando por una época baja en los puestos azules?

Ahora mismo todo el que no vende alimentación está pasando por una época bastante mala porque la gente va a la alimentación, pero hay mucha gente sin trabajo y quien se puede aguantar con un traje, se aguanta. Hay mucha gente en paro y en ERTE y muchos se van a convertir en ERE seguro porque ve que el tiempo económico este se está alargando y la Isla no puede continuar mucho tiempo así. O dejan entrar el turismo y que no tenga miedo a ver o podemos tener el 40 o 50% de paro en Canarias.

¿Nunca se ha planteado meterse en política?

No, no es compatible. Si defiendes a un colectivo es muy difícil meterte en política; a mí me gusta la política y conocerla, saber, opinar y debatir... pero lo mío es esto y... zapatero a tus zapatos.

Pero también el Mercado es un vivero de votos.

Supongo que sí, a alguien le gustaría tener un montón de votos del mercado y además de los votos el Mercado incluye porque aquí se hacen un montón de debates todas las mañanas; no es un centro comercial donde no hablas con el que vende, sino que hablas de todo y el comerciante y el cliente puede influir. Nuestros clientes son familias nuestras.

¿Cómo esperan estas navidades?

Un poco raras, ni mejor ni peor; vas a tener que contenerte porque no puedes agrupar tanta gente y si te bebes dos copas te vas a tener que ir a dormir en vez de salir a la calle. Todos tenemos que ser responsable por lo que está pasando y nos interesa salir de una vez por todas y que la economía se recupere.