Los vecinos de la zona del Mercado Nuestra Señora de África han sido testigo días atrás de la colocación de las vallas de seguridad que anuncian el inicio de las obras en un inmueble que, popularmente, es reconocido con la sede en la que desarrolló su actividad vinculada a la construcción el industrial Jacinto Lorenzo.

Se trata de dos construcciones anexas. La primera se levantó en 1947 según proyecto del arquitecto Domingo Pisaca y Burgada, y se localiza entre la calle José Hernández Afonso y la avenida Buenos Aires. Cinco años después se ampliaron estas instalaciones hacia la calle Particular de Padrón, también bajo el proyecto y dirección del mismo arquitecto. Se trata de una parcela total de 980,10 metros cuadrados en la que se ha proyectado una residencia geriátrica para la que se solicitó licencia urbanística el 4 de octubre de 2019, fecha en la que se iniciaron los trámites en la Gerencia de Urbanismo y, tras una modificación y adaptación a la normativa, se resolvió favorablemente la autorización que se emitió el 25 de febrero pasado, preparándose esta semana el inicio de los trabajos.

Según los datos facilitados desde la Gerencia de Urbanismo que dirige el concejal popular Carlos Tarife, los almacenes de Jacinto Lorenzo dejarán paso a una residencia de mayores que tendrá un total de 81 habitaciones, de las que 23 son dobles y 58 sencillas; en total, con una capacidad máxima de 104 camas.

Los arquitectos del inmueble solicitaron un informe a la Unidad Técnica del Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife en el que se advierte que "el inmueble existente tiene un gran valor patrimonial y arquitectónico y se trata de una edificación de gran envergadura que ocupa gran parte de la manzana delimitada por la calle José Hernández Afonso, avenida Buenos Aires y calle Particular de Patrón". Por este motivo los arquitectos plantearon proteger la fachada proyectada en 1947 y la parte de mayor interés, correspondiente a la ampliación que se ejecutó en 1952. El resto de la fachada hacia la calle Particular de Patrón se procedería a su demolición para repetir su composición final acorde al resto. A la luz del proyecto presentado para la promoción de la residencia geriátrica, los técnicos del Cabildo precisan que "se ajusta a las condiciones señaladas en el informe de la Unidad de Patrimonio, al respetar las características tipológicas y constructivas de la fachada de este edificio del arquitecto Domingo Pisaca". Es más, a la luz del informe de la Unidad Técnica de Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife se propone la catalogación del inmueble al haberse reconocido valores patrimoniales, fundamentalmente respeto a su fachada que está orientada hacia la calle José Hernández Alfonso y los característicos torreones de sus esquinas.

Otro de los motivos que avalan la protección del inmueble de Jacinto Lorenzo que diseñó el arquitecto Domingo Pisaca es que colinda hacia la avenida Buenos Aires con ocho inmuebles catalogados con grado de protección parcial y que están incluidos en el catálogo de protección. Arquitectónicamente, se trata de un inmueble de marcado aspecto racionalista, con vuelos sobre la vía pública y con chaflanes y torreones identificativos en las esquinas.

El edificio construido entre 1947 y 1952 cuenta con tres plantas de altura y un torreón en cuarta plaza. Según los datos del catastro, en la planta baja del edificio se localiza un almacén de 947 metros cuadrados, en la primera, una oficina de 936 metros cuadrados; en la planta segunda, una vivienda y almacén de 928 metros cuadrados, y en la planta tercera, dos almacenes de 161 metros cuadrados, más en la cuarta, un almacén de 33 metros cuadrados.

La residencia de mayores que ya cuenta con licencia y cuyos trabajos previos a las obras ya han comenzado, prevé dos plantas de sótano, la primera destinada a albergar las dotaciones de servicios necesarios para el funcionamiento del centro y una segunda con capacidad para dieciocho plazas de aparcamiento. Sobre la planta de acceso se proyectan otras tres en las que se distribuirán 23 habitaciones dobles y 58 sencillas, así como sus accesos, controles y servicios, proyectándose una última planta a modo de ático en donde se habilitará también unas áreas de salón-comedor, estancia que permitirá la salida a la terraza.

La protección de la fachada y la construcción en el interior de la residencia de mayores tiene un presupuesto de 4,3 millones de euros, permitirá una superficie construida de 5.466 metros cuadrados a ejecutar en dos años.