Aunque el año comenzó con ciertas dudas, el Parque Marítimo, cerró 2019 con el mayor número de usuarios de su historia. La instalación de ocio fue visitada por 292.690 personas, un 3% más que el año anterior. Hasta ahora, el mejor registro se había producido en 2017, con 290.072 usuarios.

En la misma línea, también experimentó un crecimiento, aún mayor, el Palmétum, que cerró el año pasado con 60.786 visitas, un 15% más que en 2018. Es el mejor dato desde que se hace el recuento de asistencia.

Los datos ponen de manifiesto, según explica el concejal de Servicios Públicos de Santa Cruz, José Ángel Martín, que la apuesta por la promoción y las actividades que se ofertan en ambas instalaciones han dado resultado.

Es más, en el caso del Parque Marítimo, Martín recalca que se han reforzado las actuaciones previstas para la temporada de invierno -yoga y aquagym- con el objeto de superar los datos del año pasado.

El edil reconoce que es este periodo del año el que registra una menor asistencia de usuarios, y por eso se hace un esfuerzo mayor en este sentido.

El Parque Marítimo César Manrique es un complejo de 22.000 metros cuadrados situado en la costa sur de la capital tinerfeña. Obra póstuma del célebre artista lanzaroteño, la instalación fue inaugurada en 1995 convirtiéndose en un símbolo de la capital.

Su integración en el casco de la localidad y su cercanía y permanente contacto con el mar, lo convierten en un espacio de belleza única, a la vez que accesible y cercano.

Además de sus tres piscinas de agua salada cuenta con servicios de restauración, tiendas, vestuario, ludotecas, duchas y gimnasio además de servicios de alquiler de hamacas y sombrillas, lo que lo convierten en un sitio ideal tanto para actividades turísticas como familiares, de ocio y de descanso.

Mientras, el Palmétum de Santa Cruz se abrió al público en 2014, pero tiene una historia ciertamente peculiar, porque su creación fue un reto que duró más de veinte años.

Ocupa una montaña artificial que se creó como vertedero, acumulando basura en la década de los 70. Desde 1996 se trabaja para convertir un espacio totalmente degradado en un paraíso para la naturaleza.