La Plaza del Castillo pasaría a llamarse Plaza de Armas en 1685, cuando el Cabildo mandó derribar varias "casuchas" para que la tropa pudiera maniobrar en la explanada resultante. En 1706 se denominaría Plaza de la Pila, al instalarse en su centro la primera fuente pública para que los santacruceros pudieran suministrarse de agua potable. A partir de 1813, se le designa Plaza de la Constitución, en recuerdo de la primera Carta Magna Española (1812). El actual nombre se debe al Triunfo de la Candelaria, magnífico monumento colocado en este lugar en 1778.

Este espacio público siempre ha evidenciado su vocación de plaza mayor de Santa Cruz, pues además de ser lugar de encuentro e intercambio de noticias y opiniones, en ella han tenido lugar importantes acontecimientos civiles, militares, religiosos y lúdicos; tales como la capitulación de las tropas británicas en el frustrado intento de conquista (1797); la inauguración del primer cable telegráfico (1883); la imposición al escudo de la ciudad de la Cruz de Primera Clase de la Orden Civil de Beneficencia (1893); la proclamación de la República (1931); la entrega de la bandera de combate al crucero 'Canarias' (1940): el recibimiento a la Virgen de Candelaria (1939, 1964, 1994 y 2002,); etcétera.

En esta plaza se colocaron los primeros elementos de ornato público de la ciudad que hoy constituyen los pocos testimonios materiales que perduran del siglo XVIII y XIX y conforman parte de su patrimonio histórico; es decir, la Pila, la Cruz de Montañés, y el Triunfo de la Candelaria.

La Pila no aparece en la fotografía porque en 1813 el consistorio la había colocado junto al muro del Castillo de San Cristóbal, para evitar el bochornoso espectáculo que las aguadoras ofrecían diariamente frente al ayuntamiento, y evitaban el lodazal que formaban los derrames; a la vez, aprovecharon para darle forma rectangular (114 metros de largo por 23 metros de ancho) y la cubrieron con baldosas. La Pila volvería a ponerse en su lugar de origen en 1986, cuando al remodelar de nuevo la Plaza, los descendientes de Anselmo J. Benítez la restituyeron, pues se encontraba en los jardines del Hotel Villa Benítez.

La cruz de mármol que aparece en la parte superior de la fotografía, que simboliza dignamente el apelativo de esta población, fue mandada a realizar en el taller de Salvador de Alcaraz, de Málaga, en 1759, por don Bartolomé Antonio Méndez Montañés, uno de los más importantes comerciantes y navieros de esta villa. La cruz se trasladaría a la plaza de San Telmo en 1929, donde permaneció hasta que se abrió la calle Bravo Murillo y desapareció la citada Plaza, yendo a parar a la plaza de la Iglesia, junto a la parroquia matriz de la Concepción.

El Triunfo de la Candelaria, colocado en esta Plaza en 1778, que conmemora la aparición de la Patrona de Canarias a los guanches, modelado en Génova con mármol de Carrara por el escultor Pascuale Bocciardo, también fue sufragado por Bartolomé Antonio Méndez Montañés.

En el contorno de la Plaza levantaron sus viviendas los ciudadanos de elevado nivel socio-económico de Santa Cruz de Tenerife.

En la parte superior, haciendo esquina con la calle del Castillo, observamos la casa Foronda, en la que nació Leopoldo O´Donnell y Joris, el 12 de enero de 1809, pues era la sede de la Capitanía General de Canarias, de la que su padre estaba al frente. O´Donnell, Grande de España, llegaría a ser presidente del Gobierno en tres ocasiones. En ella estuvo la primera Casa Consistorial, desde 1813 a 1825, pues hasta ese momento las sesiones se celebraban en casa del Alcalde Real. Su propietario era Pedro de Franchy, al que le pagaban 20 pesos mensuales de alquiler. La vivienda sería derribada en 1880, y en su solar, la sociedad formada por el cónsul alemán Carl Gottlob Adolf Buchle y William Lemaitre, construyeron una preciosa vivienda, y abrieron un moderno bazar. Años más tarde le sustituiría la droguería Espinosa, y el bar Cuatro Naciones. En la actualidad, acoge una entidad bancaria.

En la casa de dos pisos con entreplanta que se encuentra a su lado, observamos que en su azotea sobresale una torre o belvedere, utilizada por los comerciantes para divisar la llegada de los barcos al puerto con la antelación suficiente. También vemos como las ventanas son las tradicionales canarias, de guillotina, con pequeños cristales de vidrio soplado, y tapa luces en el interior. En este inmueble se establecería el café La Peña y el bazar Gandy.

En el lado derecho de la fotografía, la vivienda de dos plantas que hace esquina con la calle San Francisco, denominada casa Miranda, es un ejemplo de la arquitectura doméstica de Canarias. En 1872, su nuevo propietario, Tomás Ascanio, la reestructuraría y, en 1901, su hijo Enrique la conformaría en Hotel Vitoria, según el proyecto del arquitecto Manuel de Cámara, que sería famoso por su amplio confort, exquisito trato, sus ventiladas y soleadas habitaciones, grandes comedores y excelente higiene.

En ella estuvo la tienda de ultramarinos de Benigno Ramos; en 1883 abrió sus puertas la Fonda el Telégrafo, en conmemoración a la fecha de la instalación del cable; y el café-nevería del comercio; en la actualidad existe una tienda de moda.

A su lado, el magnífico edificio de tres plantas con fachada de cantería basáltica del país, era la vivienda de la familia Carta, cuyas obras comenzaron en 1721 y terminaron en 1752. Su interior es una muestra de la arquitectura tradicional canaria, enriquecida con maderas nobles, destacando la señorial escalera, las galerías que comunican con las enormes salas, las columnas de sus dos patios. También posee una torre para divisar la llegada de los barcos al puerto. Este Palacio fue sede de la Capitanía General de Canarias, desde enero de 1853 hasta marzo de 1881, según se deduce por las dos garitas que flanqueaban la puerta principal. También estuvo instalado el Gobierno Civil de Santa Cruz de Tenerife (1890-1942). El edificio sería reconstruido en 1953 para acoger la sede del Banco Español de Crédito. El 7 de marzo de 1947 fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional, siendo el primer inmueble BIC de esta Provincia.

La casa conocida como Lugo-Viña, es donde en 1848 nació el insigne músico y compositor Teobaldo Power, autor de los Cantos Canarios, de los que el arrorró es el himno oficial de las Islas Canarias. La vivienda se derribaría en 1862, dos años después de la fotografía, para levantar otro edificio, obra del arquitecto Manuel Oraá, cuyo frontispicio estaba decorado con seis bustos de mármol, del escultor Angelo Cherubini. Allí, en 1875 se establecería la sociedad La Tertulia y, un año más tarde, abriría sus puertas el primer establecimiento de segunda enseñanza de Santa Cruz, al que asistían 123 alumnos. Años más tarde tendría su sede el Club Inglés. En 1886 abriría el bazar Alemán. Desde 1963, el edificio Dialdas acoge locales comerciales y el Hotel Plaza.

La casa solariega de los Tolosa, que daba al callejón de los Peligros, tenía un reloj de sol en la fachada que daba a la plaza, admirado por los ciudadanos de la época.

En la casa Villalba, de la que solo podemos ver la esquina que daba al Callejón de los Peligros, en este año 1860 se instalaría el Casino, con entrada por la calle La Marina. En las plantas superiores abriría sus puertas, con acceso desde la plaza, el Hotel La Marina, también llamado Fonda Española, el más barato y mejor de la ciudad, con 30 espaciosas habitaciones. En febrero de 1889 se denominaría Hotel Internacional. El edificio sería derribado en 1929 para levantar el actual Real Casino, cuyas instalaciones fueron inauguradas en 1935.

En la parte izquierda de la foto, haciendo esquina con la calle de las tiendas, actual Cruz Verde, la casa de tres plantas pertenecía a Blas del Campo. En ella, en 1886 Santiago Ladeveze abriría un local con artículos procedentes de París.

En las dos casas similares y pareadas que están a continuación se instalaría el café la Marina, más tarde llamado British Café, el bazar Chellaram, y una tienda de material fotográfico. En 1935 serían derribadas para construir el Círculo Mercantil, actual Cámara de Comercio, Industria y Navegación, según los planos del arquitecto Marrero Regalado.

Haciendo esquina con la calle Los Malteses, actual calle Candelaria, en esta casa de tres plantas con balcón se instaló el Gran Bazar Universal. Desde 1931 se levanta la casa de Simón Balagay.

También, haciendo esquina con la calle Candelaria, casi fuera de la fotografía, aparece un edificio de tres plantas, donde en 1886 tuvo su sede la Sociedad Filarmónica Santa Cecilia, y estaba el comercio de ultramarinos de Alejandro Peraza. La casa sería reconstruida tras sufrir un incendio, ubicándose el Gran Bazar Francés.

En la fotografía no aparece el edificio donde estaba la fonda Panasco, la casa de huéspedes más antigua de Santa Cruz. No tenía lujos, pero los clientes la recomendaban por su comodidad y buen trato. En 1904 albergaría el Hotel Orotava, que daría paso al edificio Olimpo en 1975.

* Cronista de Santa Cruz