El Cabildo de Tenerife abrió ayer al público, tras retirar las vallas, el nuevo espacio de ocio de la plaza de España. Estos trabajos, ejecutados por la Unión Temporal de Empresas (UTE) Dragados y Construcciones Elfidio Pérez, se han venido desarrollando los últimos 16 meses y cuentan con una inversión de alrededor de 3,5 millones de euros, importe del que el 70% corresponde al Cabildo y el resto, al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, según informó la institución insular a través de una nota.

"Esta ampliación de la plaza de España se ha ejecutado en una superficie de 18.400 metros cuadrados. La nueva zona dispone de elementos como bancos, pequeñas áreas ajardinadas coronadas con pérgolas de madera, carril bici y un parque de calistenia (espacio para hacer ejercicios físicos usando el propio peso corporal), entre otros", expusieron desde el Cabildo tinerfeño.

La próxima actuación previstas por el Cabildo de Tenerife dentro de este macroproyecto es la ampliación de la plaza hacia La Alameda, mientras que la otra acción consistirá en las obras relacionadas con el límite hacia el mar. La corporación insular deberá redactar las siguientes fases, firmar los convenios y, a continuación, licitar las actuaciones.

Una obra larga

Según informaron en una visita a los trabajos en julio del pasado año, la inversión de unos 3,5 millones de euros por parte de la Institución insular y el Ayuntamiento de la capital llevaba al Cabildo a destinar unos 2,4 millones de euros, mientras que el Consistorio aportaba el presupuesto restante. "Se trata de una de las obras previstas con cargo al Fondo de Desarrollo de Canarias (FDCAN)", indicaron en aquella ocasión.

Los trabajos han sido largos y no exentos de dificultades. "Con el fin de causar las menores molestias posibles, se ha previsto el cierre al tráfico y el paso peatonal de forma paulatina, a medida que se desarrollen las distintas fases. Una vez finalizada la fase I se prevé abrir al tráfico rodado la avenida marítima, y cerrar el tramo lateral del Cabildo más cercano al mar. Al terminar la segunda fase se podrá abrir al tráfico toda esta zona para trabajar en la fase III", planteaban por entonces.

Asimismo, señalaron que el proyecto, obra de los arquitectos Herzog y De Meuron, "es el tramo de mayor relevancia en la conformación del frente de la ciudad, y resulta esencial para resolver el tránsito de cruceristas y asegurar la conexión de itinerarios con la marina deportiva y el edificio previsto".