"Las obras constructivas del polideportivo de Almáciga avanzan a un buen ritmo y es previsible que se cumpla con el plazo de ejecución si no se produce ningún tipo de imprevisto". Así lo ha asegurado el concejal de Distrito Anaga del Ayuntamiento de Santa Cruz, Florentino Guzmán, en el transcurso de una visita realizada a los trabajos que se están ejecutando entre el depósito de agua de Emmasa y la nueva iglesia del pueblo, en el ámbito de la calle Las Piedrillas. Es un terreno de 1.000 metros cuadrado que se habilitará para poder construir la zona de las canchas del pueblo.

La cancha deportiva es una de las infraestructuras demandas históricamente por los vecinos del enclave costero, unas obras que se empezaron a principios de año y que fueron incluidas en el Plan de Barrios desarrollado durante el anterior mandato, y que tienen un presupuesto total de 443.424,32 euros, tal y como reza en la cartelería en la entrada de la obra.

En la actualidad, los trabajos que realizan los operarios de la empresa adjudicataria, Falisa SL, se centran en la construcción de los muros de contención con el revestimiento de piedra como base para poder asentar el terreno en donde se construirá la nueva dotación deportiva. Después de ejecutarse el desmonte del propio terreno se ha asegurado y rellenado para que con posterioridad se pueda trabajar en la creación de los espacios deportivos en la parte alta.

"Lo que está claro es que las obras avanzan a buen ritmo y en unos meses, más allá del verano, el pueblo de Almáciga tendrá su polideportivo después de muchas décadas de espera", afirmaba el propio Guzmán mientras atendía a un grupo de vecinos interesados por este y otros asuntos.

La nueva infraestructura estará habilitada como cancha de fútbol sala, en su dimensión longitudinal, mientras que transversalmente se instalarán dos canchas de baloncesto.

Hay que recordar que el proyecto técnico incluye también los accesos y la construcción de una pequeña grada de dos filas para espectadores, además de todas las fases de construcción, desde el movimiento de tierras y cimientos hasta el acabado del polideportivo.

Con carácter complementario, la obra prevé un muro de contención que permitirá, además, el abrigo de la iglesia y de las viviendas próximas que se encuentran a una cota más baja de los arrastres de materiales que se producen en caso de lluvias.