Entre los artesanos que participan en la feria del parque García Sanabria que concluye hoy participa David Guijarro. Natural de La Matanza de Acentejo, asegura que la cita Santa Cruz es junto a Pinolere y Garachico las tres citas al año que siempre selecciona. Al resto acude en función de cómo le vaya. "Mi oficio es artesanal, no hay nada industrializado; si me va bien en Santa Cruz, por ejemplo, me tengo que poner a producir para preparar la siguiente feria".

David Guijarro se presenta como artesano de la madera, un oficio que compagina con otros cáncamos durante el resto del año y que admite que puede sobrevivir gracias a que su mujer también tiene trabajo. Este artesano de La Matanza se adentró en este mundo por decisión propia, ya que no aprendió a trabajar la madera en su familia, sino que con 15 años se apuntó a un curso, y ya lleva media vida dedicado a este sector. Admite que desde pequeño le llamaba la atención este oficio, por lo que siempre iba a las ferias donde hubiera artesanos de madera, entre los que distingue a tallistas y ebanistas, entre otros. "Yo hago cuencos, cucharas, paletas, útiles para la cocina. Todo para usar", precisa David Guijarro.

Este artesano lamenta que las ayudas que reciben no son las adecuadas para los pocos que están intentando sobrevivir, y plantea recibir más facilidades para adquirir la materia, máxime "teniendo montes aquí y con gente que se dedica a cortar madera". "De vez en cuando consigo alguna pieza, pero si no tengo que ir a los aserradero y comprar la madera que se destina a la exportación".

Asegura que siempre intenta adaptarse a la demanda, sin perder la seña de identidad, porque se adentró en el mundo de la artesanía de la madera porque le gustaba y también por evitar que se pierdan piezas empleadas por antepasados. Junto a morteros, cucharas, paletas y tenedores, destaca la salsera como uno de los productos estrellas más demandados, también realiza reproducciones aborígenes, como añepas o bastones de mando que oferta hasta hoy en el puesto que tiene cerca de la fuente de la Fecundidad, en el parque García Sanabria.

De vez en cuando ha realizado alguna pieza personalizada, pero insiste que su preocupación se centra en recuperar piezas tradicionales. Mientras atiende a El Día, David Guijarro trabaja en la elaboración de una gaveta que tradicionalmente se ha utiliza para salar carne de cochino o amasar harina, explica sentado en su banco de madera, mientras vacía la pieza.

"La artesanía tradicional no se puede tomar como un negocio", sentencia con la sabiduría que le da haber participado en numerosas ferias, y muestra su preocupación por recuperar piezas como la gaveta, la mortera gomera o las cucharas antiguas. Más frecuente es la demanda lo loceros canarios, admite.

David Guijarro valora la feria del parque como una de las que más se han preocupado por cuidar al artesano tradicional, si bien precisa que hubo años en los que recibían un trato mejor al reconocer que el artesano de la madera, como el herrero o el pedrero son oficios que están en vías de extinción.

El visitante del parque se puede adentrar hoy en este oficio, que es un arte.