Somos capaces de negociar de manera constructiva.
Incluso podemos pactar la forma de negociar.
O pactar los desacuerdos.
Con esta filosofía, y respeto, los empresarios y sindicatos hemos firmado los quintos acuerdos nacionales para el empleo y la negociación colectiva, yendo más allá de pactar un incremento salarial a tres años.
Por un lado, se recomienda a ambas partes de la negociación de convenios, trabajadores y empresarios, a movernos en una banda salarial incrementada en un 4% en 2023, un 3% en 2024 y otro 3% en 2025. A la que se añadirá, si las previsiones de inflación se desbordan, un uno por ciento más cada año.
Con esto le hemos entregado a este País tres años de paz social basados en el respeto institucional y en la voluntad de que ambas partes ganen.
Porque no hay acuerdo que perdure sin que ambas partes ganen.
A este acuerdo económico hemos de añadir la modernización de las relaciones entre empresas y trabajadores.
En los acuerdos se recomienda incorporar a los nuevos convenios la revisión de los precios de contratos del sector público, incorporar a las Mutuas de Accidentes de Trabajo en la lucha contra las contingencias comunes, mejorar la flexibilidad interna, avanzar en la seguridad y salud en el trabajo, igualdad entre mujeres y hombres, discapacidad, diversidad o transición tecnológica, digital y ecológica.
No se trata de apartar a quien no nos guste. Se trata de respetar y construir pese a que el interlocutor no nos guste. No es lo mismo.
La sociedad espera lideres comprometidos y no mediocridades y medias verdades.