Opinión

Víctor Morín

Un año positivo para el Puerto de Santa Cruz

Zona de Muelle Norte, en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife.

Zona de Muelle Norte, en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife.

El Puerto de Santa Cruz de Tenerife se ha significado en los últimos años como un organismo vivo, de resistencia también, que ha sabido reajustarse para mantener su viabilidad y eficacia en los peores momentos de estas repetidas crisis que nos ha tocado vivir como sociedad. En las malas, el Puerto se ha hecho fuerte siempre bajo un mismo guión: no perder ni un ápice de la importancia que tiene para la economía de la Isla. Pero el Puerto, nuestro Puerto, es mucho más que espíritu de resistencia. Siempre hemos defendido desde el colectivo de estibadores que estamos preparados para grandes retos, que el potencial de nuestras instalaciones es innegable y que su capital humano está capacitado.

2022 ha sido un año de buenas cifras. El incremento de movimientos de transbordo, junto con el cautivo, ha situado a nuestro puerto en niveles que antes no veíamos. Cuando la necesidad es la contraria, cuando Tenerife requiere de unas instalaciones competitivas para asumir un mayor volumen de carga, la respuesta vuelve a ser positiva.

Entre las buenas sensaciones que nos deja este año que ya casi concluye están las operaciones de dos grandes navieras, como lo son Maersk y Grimaldi, siguen sumando; dos gigantes que no sólo generan trabajo directo, sino que además aumentan de manera considerable nuestra conectividad con los puertos africanos y de Latinoamérica, algo de lo que beneficia directa o indirectamente toda la sociedad isleña.

El Puerto de Santa Cruz es mucho más que un receptor de cruceros. La actividad de mercancías es notable y va en incremento y entendemos que desde la Autoridad Portuaria se debe valorar esta ventana como una oportunidad seria de negocio. Hay certezas de que somos un puerto visible en el exterior y estamos seguros de que con un departamento comercial potente y estable las oportunidades de crecimiento aumentarían notablemente. Nosotros, los estibadores, y el resto de colectivos portuarios, estamos preparados.

El 2023 volverá a ser un año de vital importancia. El mundo se mueve rápido y desde Tenerife debemos estar ágiles para desarrollar una política efectiva en la captación de mercado. Nos vienen retos importantes para Granadilla también y no debemos despistarnos. Confiamos, y trabajamos para ello, en que vuelva ser un año positivo para el tráfico de mercancías en Canarias.

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