Pasan los días, nos hacemos mayores, tenemos experiencias vividas y en cambio, cuesta acostumbrarnos a la desfachatez de los que quieren hacernos comulgar con ruedas de molinos, es decir, aceptar cosas imposibles o de dudosa credibilidad, sucumbiendo a su engaño permanente. Las crisis exigen poner en marcha proyectos que estaban parados, atrasados u olvidados para salir adelante. Porque son momentos críticos que más que ajustes, precisan decisiones que promuevan la actividad económica. Una vez más nos crecen los enanos en Tenerife, cual quinta columna, para evitar que se ejecuten aquellas obras que puedan significar un salto no sólo cuantitativo, por lo que provocan de fortalecimiento en la economía, sino cualitativo, por su significación en un desarrollo sostenible.

(*) Presidente de FEPECO

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