El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias Turrión, y dos piedras, ha presentado públicamente su Catecismo Populista de la Reconstrucción de la Patria. Ha entrado en el bar del Congreso de los Diputados con las manos en la cintura y ha gritado: "Todo el mundo a la barra, excepto los de Vox que son unos fachas. Invito a dos rondas, que pagan los ricos". Aplausos, vítores y esas cosas.

Iglesias Turrión -y etc- dice tener "ideas fiscales expansivas". "Hay que afrontar la reconstrucción tras esta crisis -ha dicho- con los mismos criterios con los que se afrontó la reconstrucción (...) después de la Segunda Guerra Mundial". ¿De verdad está proponiendo imponer sanciones económicas de guerra a Alemania, Italia, Japón y los aliados menores del Eje? ¿Y hacer una conferencia en Postdam para repartirse los despojos industriales de los vencidos y utilizar millones de ciudadanos prisioneros como mano de obra barata?

Pero además de tonterías, el Tercer Combatiente de la Patria ha dicho otras cosas de mayor enjundia. "Reconstruir la justicia fiscal es también una cuestión de patriotismo" aseguró Iglesias. Ya ven ustedes, patriotismo por todos lados.

¿Y qué es la justicia fiscal? Me pregunto. Y me respondo: que todo el mundo pague proporcionalmente de acuerdo a sus ingresos. Como dijo Marx, la base del capitalismo es la plusvalía. Ese excedente del trabajo que no se cobra, el plusvalor, es la beneficio que mantiene vivas a las empresas y da impuestos Estado: las dos especies que explotan y vampirizan a los seres humanos llamados "trabajadores".

En su Aló Vicepresidente de esta semana, adelantó que los ricos van a pagar más por su patrimonio. Lo que, curiosamente, le incluye. Porque las viviendas de más de 400.000 euros de valor tendrán que pasar por caja. Para que duela menos le van a poner un nombre bonito: la nueva Tasa de Reconstrucción. Habrá otros nuevos impuestos, por supuesto. La patria lo necesita. Así que anunció uno a las transacciones financieras y a los servicios digitales y una subida de forma progresiva del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), tanto a las rentas altas como al rendimiento de capitales.

¿Y qué dijo -dirán ustedes- del fraude fiscal, que cuesta a España 250 mil millones cada año? ¿Qué dijo de los jetas que no pagan impuestos. Que contratan en negro. Que pagan y que cobran sin factura? Pues nada. Al tercer combatiente de la Patria se le olvidó esa parte de la Justicia en la que dice que tiene que ser igual para todos.

Pablo Iglesias, con su lenguaje bélico cargado de evocaciones patrióticas, quiere crear un "escudo social" para los españoles pagado por los españoles. O sea, hay que poner más pasta. Pero lo malo de estas bravuconadas de barra de bar es que espantan la caza..

Cuando el Gobierno del PSOE y Podemos levante la escopeta para apuntar a los ricos y volarles el bolsillo, ya habrán desaparecido en busca de climas más cálidos. Estaremos solos, fanés y descangallados. Y endeudados con Europa. Y entonces, vendrán por nosotros. Y el "escudo social", las nóminas de la casta y de la patria, las tendrán que pagar los trabajadores.

Estoy de los patriotas, Cayetana, te lo juro por Snoopy, hasta los mismísimos cojines.