No hay nada más español que aprovechar cualquier oportunidad para intentar liquidar España. O por lo menos aprobar una declaración. Esquerra Republicana firmó ayer con otras fuerzas nacionalistas de las llamas comunidades históricas, protagonistas de la espantada al rey en la inauguración de la legislatura, un documento por la desaparición de la monarquía y su sustitución por las 'repúblicas', dicho así en plural, que -a saber- son tres: una república catalana apoyada por Esquerra, por el partido de Puigdemont y Torra y por la CUP; una república vasca apoyada por Bildu (el PNV se hizo el longui y no participó en la movida); y una república gallega apoyada por el Bloque Galego. Los nacionalismos canarios, con sus dos partidetes monovolumen, no fueron invitados al acuerdo republicano, quizá porque es sabido que el nacionalismo canario en vez de pedir menos España se caracteriza por pedir más. Y además nos gusta la paella. Especiales somos en Canarias hasta en eso.

La cosa es que mientras una parte de Esquerra enseñaba la patita por ahí, otra parte de Esquerra, con su portavoz Marta Vilalta al frente, advertía a Pedro Sánchez que no se hablará de los presupuestos del 2020 si no se constituye y comienza sus trabajos la mesa negociadora entre los ejecutivos central y catalán. Ya se sabe, la mesa pactada por Sánchez con los independentistas que debe reconocer la existencia de un conflicto político -la voluntad de declarar la independencia- que tiene que resolverse negociando entre ambos gobiernos y descartando el recurso a la vía judicial. Que nadie se sorprenda por que en Esquerra no entiendan que el Gobierno de España no puede ni "descartar" ni "suspender" ni "impedir" la vía judicial, porque España es una democracia avanzada en la que la Justicia y los tribunales actúan con autonomía funcional del Gobierno. Yo creo que no se creen eso, como tampoco se lo creen demasiado quienes nombran Fiscala general del Estado a la ministra de Justicia en ejercicio.

Pero por pedir que no sea: lo que Esquerra plantea es que la aprobación del Presupuesto -absolutamente imprescindible para la supervivencia del Gobierno de Sánchez e Iglesias- depende de que se observen avances en las negociaciones. ¿Qué avances? Es obvio, los que Esquerra pretende lograr en la mesa negociadora: avances hacia la independencia. "Si la mesa de negociación no funciona, que no cuenten con Esquerra para nada", dijo Vilalta. Y aclaró que se refería a los Presupuestos: sólo si hay avances "ERC se puede plantear opciones de apoyo parlamentario en las Cortes Españolas, como hablar de los Presupuestos".

Mal asunto: con Torra en contra de constituir la mesa, esta historia se mueve entre dos extremos: el arte de mareo de la perdiz a la que se aplica el PSOE con declaraciones como las de la vicepresidenta Calvo "hay que aprobar el presupuesto al margen de la política catalana", y el chantaje puro y duro de Esquerra. Un chantaje cuyo resultado ni siquiera depende de Sánchez, porque para que haya mesa negociadora hace falta que en la reunión entre Sánchez y Torra, prevista para este próximo jueves, Torrá acepte convocarla, algo que no tiene interés en hacer, para no dar munición electoral a los 'botiflers' de Esquerra, esos traidores entregados al Supremo.

Así está de idiota el patio. A ver con qué ocurrencia nos sorprenden.