Entre el caso Gürtel, que afecta al PP, y el de los ERE, que embarra hoy al PSOE, hay alguna diferencia importante. En el primero se beneficiaron políticos y empresarios y se financió el propio partido. En el segundo se beneficiaron políticos y empresarios, pero sólo sirvió de mecanismo clientelar. Eso sí, con 680 millones de euros del erario público. Pese a todo, los conservadores tienen ya la munición suficiente para devolverle a Pedro Sánchez sus duras acusaciones a Mariano Rajoy. Ayer ya empezaron con la cantinela. Griñán ha sido condenado a seis años de cárcel y Chaves a nueve de inhabilitación. Por cierto, los mismos a los que fue condenado Lope Afonso, el exalcalde de Puerto de la Cruz, por malautorizar unos mercadillos callejeros. Así al peso no imaginaba uno que la prevaricación con unos mercadillos cotizara al mismo precio que el mal uso de tantos millones. Qué ignorantes somos.