En los primeros momentos de las convulsiones telúricas del volcán Tagoro se vaticinaba por parte de algunos científicos que la zona quedaría exhausta de vegetación y fauna marina. Pues no. La zona se ha enriquecido en fauna, tanto en calidad como en cantidad, así como portadora de una flora marina ciertamente esplendorosa que dará origen a un exuberante jardín de corales.

Y estas especulaciones se sustentan en una expedición científica bajo la jefatura de Luis Somoza desarrollada en Azores donde se encontró un jardín de corales blandos de multicolores de belleza insospechada en tres conos volcánicos donde tuvo lugar la erupción de Capelinhos en 1959 en unas condiciones que son similares a las del volcán submarino Tagoro, de tal manera que este hallazgo según los científicos sería una de las primeras comunidades de corales que crecerá en esta región.

Este jardín de corales constituye un nuevo tipo de hábitat nunca antes descrito que contribuye a aumentar el conocimiento de la biodiversidad y a la cartografía de ecosistemas marinos vulnerables, tanto en Azores como en la isla de El Hierro que ampliaría sus linderos sobre estos aspectos.

A parte de este significativo descubrimiento , investigadores de la universidad de Salaman-ca acaban de publicar un artículo en la revista Chemical Geology que demuestra que los corales negros que están en los fondos marinos integrados en la zona de la erupción de Tagoro , ciertos gases procedentes del magma del manto terrestre quedaron atrapados en el esqueleto de esos corales cercanos a la isla de El Hierro meses antes que se produjera la erupción, lo cual tiene una implicación social y de seguridad de considerable relevancia ante lo que pudiera acontecer en aras a la prevención de daños de cualquier naturaleza .Concretamente:" estimando la velocidad de los corales negros, sabemos que el helio quedo' atrapado en estos organismos varias semanas antes de los pequeños terremotos, que a su vez se produjeron cuatro meses antes de la erupción".