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EL FOTINGO

Jorge Dávila

¿Imprudencia o un delirio nacional?

Soy consciente de que estoy a punto de abrir un debate que oscila entre lo frívolo y el oportunismo. ¿Por qué un señor que se mata circulando en un coche de gama alta a más de 200 Km/h hay que darle un trato de héroe nacional? ¿Qué diferencia existe entre un "quinqui" de barrio chungo que se lleva por delante la vida de un peatón y un afamado futbolista de la Premier League que mutila a una familia por su "locura"? Lo sé. Muchos dirán que lo de José Antonio Reyes no viene al caso, pero yo me refiero a Marcos Alonso Mendoza (Chelsea). Hace unos años tuvo la mala fortuna de sufrir un percance automovilístico que se saldó con el fallecimiento de una joven de 19 años. En el atestado se reflejó que el internacional español transitaba a 112,8 km/h por una vía cuya velocidad estaba limitada a 50 km/h. Además, por si fuera poco, los baremos del control de alcoholemia (0,45 miligramos de alcohol por litro aspirado y 0,93 gramos de alcohol etílico por litro de sangre) despejaron cualquier duda posible. El nieto e hijo de dos futbolistas notables de este país (Marquitos y Marcos Alonso) salió absuelto de un homicidio imprudente. Bien por sus abogados, pero esto mismo le ocurre a un ser despojado de esos privilegios y, seguro, que el resultado de la sentencia hubiera sido otro. ¡Palabrita del Niño Jesús! Dicen que "la justicia no mira a las personas, sino a los hechos", pero qué quieren que les diga: es ciega como un topo o tiene menos visión que Mister Magoo... Elijan ustedes. Partiendo de la base de que cualquier error es perdonable, aunque este conlleve realizar muchos sacrificios, lo que más me cuesta entender es el lío que se ha creado en torno a este lamentable suceso.

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