Y vamos con más sugerencias clasificando a los políticos. Ayer les escribí de mandones, chachis y listillos, pero hay más. Pasen y lean:

1.- Los currantes. Trabajan duro y son taladros. Su capacidad de trabajo suele brillar mucho más que su personalidad. Hacen las cosas a conciencia y son tipos rigurosos. No son amigos de bromas. Toman las decisiones a última hora, cuando la situación está ya podrida. Hacen esfuerzos extraordinarios para evitar errores.

2.- Los loquetas. Son reservados, desconfiados y buscan significados ocultos tras las palabras o acciones de los demás. O sea, son unos zorros. Dudan de la lealtad de quienes lo rodean, y creen que siempre conspiran en su contra. Siempre se sienten perjudicados por otros, al que suelen echarle el muerto. ¿Les suena?

3.- Los dictadores. Es raro de encontrar en democracia a elementos de este tipo porque exigen obediencia absoluta a sus casi esclavos. Soberbios, tiranos y ejercen el poder haciendo que les teman. Miren a Venezuela y me comprenderán. Fanáticos que obligan a que hagan culto a su personalidad. Normalmente bananeros sin estudios.

Si quieren aportar alguna más, adelante, esto es democracia. En unos días decidimos todos. Espero que no hayan tenido la tentación de encasillarse ustedes mismos (suele ocurrir) en alguna de estas tipologías de ayer y hoy. No se los aconsejo.