"No estoy llorando por los suelos, ese no soy yo... Hay dos formas de tomarse las cosas cuando vienen en la vida. Te lo puedes tomar como una desgracia o como un reto, lo he dicho siempre. Creo que con eso he dicho suficiente. No van a conseguir lágrimas de mí". Estas fueron las polémicas palabras que han causado un sonadísimo revuelo en torno a la figura de Rodolfo Sancho en sus primeros días en Tailandia.

El actor viajó hasta Tailandia para reencontrarse con su hijo Daniel Sancho en la cárcel de la isla tailandesa de Samui, donde se encuentra detenido y cumpliendo condena desde hace un mes por aseinar y descuartizar al cirujano colombiano Edwin Arrieta.

Debido al nivel de tensión con el que salió de este primer encuentro con el asesino confeso del crimen del médico latinoamericano, el actor Sancho afirmó que esa sería la última vez que iba a hablar y dijo a los periodistas que esperaban fuera de la prisión que les agradecería que se fueran.

Su actitud despótica, altiva e irrespetuosa con los medios fue muy criticada en España así como en las redes sociales y. como era de esperar, esta masiva oleada de comentarios sobre su mal trato a los periodistas ha hecho que el intérprete haya recapacitado y pedido disculpas a los reporteros que le esperan en cada visita que realiza a la cárcel.

Rodolfo Sancho llega a la prisión de Koh Samui

Notable cambio de actitud

Consciente de que sus palabras fueron desafortunadas, Rodolfo Sancho ha vuelto a citarse con los medios para explicarles el motivo de su comportamiento.

"Como os imagináis ayer salí de un momento complicado ahí dentro" -en referencia a su reencuentro en prisión con Daniel- "La imagen que di fue quizás muy dura, quizás prepotente" ha reconocido, explicando que aunque "siempre he tenido una sonrisa con la prensa", su actitud de hace 24 horas se trata de "un mecanismo que uso para sentirme firme, para sentirme fuerte y para ayudar a mi hijo".