Tribunales

Juan Cotino, el 'factótum' sobre el que recae el pecado del caso Erial

El político de Xirivella, fallecido por covid-19 en 2020, ha sido señalado en la causa que juzga a Zaplana como el instigador del amaño de las ITV

Nadie reivindica su figura como sucede con Rita Barberá o Francisco Camps

Juan Cotino y Eduardo Zaplana en un acto en la Diputación de València de 2003 junto a Rita Barberá, Rafael Blasco o Carlos Fabra, entre otros.

Juan Cotino y Eduardo Zaplana en un acto en la Diputación de València de 2003 junto a Rita Barberá, Rafael Blasco o Carlos Fabra, entre otros. / FERRAN MONTENEGRO

Laura Ballester

"Puedo haber metido la mano, lo he dicho mil veces, pero nunca la pata (...) Perdón. Lo he dicho al revés, ¡arggggg!". El lapsus de Juan Cotino a las puertas del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), tras declarar el 3 de diciembre de 2014 por la "actuación" de la trama Gürtel en la visita del papa, resultó premonitorio. 

El político nacido en 1950 en Xirivella falleció el 13 de abril de 2020 por complicaciones de la covid-19. Cotino se contagió cuando estaba siendo juzgado por la pieza de la trama Gürtel que condenó a 19 personas, entre ellas 8 exdirectivos de RTVV, por el amaño del contrato para retransmitir la visita papal. Desde entonces la figura del padre político de muchos primeros espadas del PP ha caído en el olvido.

A pesar de que en la imaginería de líderes del Partido Popular se reivindica el legado de Francisco Camps o de Rita Barberá. En el caso de Camps se alega su absolución en la causa de los trajes de la trama Gürtel. Una macrocausa de corrupción que ha dejado sólo en la Comunitat Valenciana un reguero de 50 condenados en las cuatro piezas separadas en que se dividió la causa y que ya cuentan con sentencia firme. A Camps sólo le queda pendiente conocer el fallo de la última trama valenciana de la Gürtel, la de 1,8 millones en contratos menores de 12.000 euros en cuatro conselleries y cinco empresas públicas que se juzgó de enero a octubre de 2023. Otras tres causas que se han seguido contra él (Valmor, visita del papa y el circuito de F-1), también se han archivado.

En el caso de la alcaldesa de València de 1991 a 2015 se reivindica su figura porque se archivó el presunto pitufeo que la afectaba a ella y otros cincuenta concejales y asesores. Aunque su vicealcalde y su alter ego, Alfonso Grau y Carmen García-Fuster, están pendientes de conocer la sentencia por la presunta malversación para financiar las elecciones municipales de 2007 y 2011 que encabezó Rita Barberá. Grau repite imputación en el caso Azud con el cuñado de la exalcaldesa, José Maria Corbín. Ambos acusados del cobro de mordidas a cambio de favores en contratos municipales. 

Los paralelismos entre el final de Juan Cotino y Rita Barberá fueron inevitables. Los dos fallecieron solos tras declarar en los tribunales y en ambos casos la muerte les llegó antes de que la justicia se pronunciara.

Aunque la memoria no alcanzado para elevar a los altares al político de Xirivella que lo fue todo en el PP. Juan Cotino fue concejal en el Ayuntamiento de València, director general de la Policía, delegado del Gobierno, conseller de Agricultura, Bienestar Social, Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, vicepresidente del Consell y presidente de las Corts.

Un historial que caerá aún mas en la losa del olvido después de que Juan Cotino se haya erigido en el juicio del caso Erial como el instigador del presunto amaño del contrato de la Inspección técnica de vehículos (ITV), según han declarado sus propios sobrinos, Vicente y José Cotino. Y también confirmó el jefe de gabinete de Eduardo Zaplana, Juan Francisco García Gómez. Una confesión que busca reducir al mínimo los catorce años de cárcel que solicita la Fiscalía Anticorrupción para cada uno. 

Y una confesión que convierte de nuevo a Juan Cotino en el “factótum” sobre el que recae el pecado original del caso Erial: la participación en el reparto del pastel de la privatización de las ITV y el Plan eólico. Aunque el negocio estuvo en la reventa. Los Cotino ganaron 85,6 millones al desprenderse de ambas concesiones. 

A Cotino la Fiscalía Anticorrupción ya lo consideró el "factótum" del amaño del contrato de la retransmisión de la visita del papa a València en julio de 2006. El Ministerio Público pedía para el exdirigente popular once años de cárcel al considerarlo el "elemento nuclear" de la presunta trama orquestada por los cabecillas de la Gürtel para obtener un contrato de 7.493.000 millones de los que 3,2 millones fueron mordidas

Su sobrino y empresario Vicente Cotino ya reconoció haber financiado a los populares, en la pieza de la trama Gürtel que condenó el delito electoral de dirigentes del PP en 2007 y 2008, a cambio de rebajar de 6 años a un año y tres meses la pena. Cotino también apareció en los papeles de Barcenas como donante de 200.000 euros al PP el 11-M de 2004, en la sede del partido. Entonces dijo que no entregó ese dinero. Que fue a hablar con el jefe de gabinete de Rajoy, ya fallecido. Un recurso socorrido, el de citar a un testigo ya fenecido, en el que ahora Juan Cotino es el protagonista. El muerto al que le echan parte del "muerto" del caso Erial

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Juan Cotino siempre defendió en vida que vendió "la mayoría de las acciones" de las empresas de su familia cuando entró en política y que "nunca" estuvo en el consejo de administración de las empresas familiares ni tomó "decisiones económicas". Unas afirmaciones que el sumario del caso Erial desmontan ya que, según consta en un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil aportado a la causa el 23 de febrero de 2022, Cotino sí participaba en las juntas generales de algunas empresas familiares. "La participación de Juan Cotino en esta y otras sesiones evidencia el papel aparentemente desarrollado por este, que no es ajeno al desarrollo del grupo empresarial vinculado a su familia, del que por otro lado además forma parte, manteniendo también en esas fechas reuniones con el propio Eduardo Zaplana", concluyen los agentes de la UCO. Reuniones que se producían a pesar de que el exministro y expresidente de la Generalitat sostuvo el miércoles que la relación entre él y Juan Cotino era "inexistente, nos llevábamos fatal". 

Pese a estar oficialmente enemistados, por aquella división entre cristianos y zaplanistas que se instauró en el PP, entre campsistas y zaplanistas después, Eduardo Zaplana se reunió con Juan Cotino en veintitrés ocasiones, según consta en las agendas incautadas a Zaplana en 2018 en su despacho de Telefónica y contabilizadas por la UCO de la Guardia Civil en el informe aportado al caso Erial en febrero de 2022. 

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