Pedro Sánchez aterrizó el jueves en Rabat para su audiencia con Mohamed VI absolutamente convencido de que el cambio de posición sobre el conflicto del Sáhara y el respaldo al plan autonomista marroquí iba a "desencadenar cosas muy positivas" para España. Ese espíritu se hizo carne solo unas horas después con un comunicado entre los dos países, después de que el presidente del Gobierno debatiera "en profundidad" sobre las relaciones bilaterales con el rey marroquí, que es quien verdaderamente dirige la política exterior del país. 

España y Marruecos se comprometen a inaugurar una etapa "sin precedentes" en las relaciones bilaterales con una hoja de ruta duradera y ambiciosa, cuyo alcance se definirá en la convocatoria de una Reunión de Alto Nivel (RAN) antes de que finalice el año. "Es un día muy importante", resaltó el jefe del Ejecutivo. "Es un momento histórico, necesario para ambos países". 

El texto pactado reafirma el giro de España sobre el Sáhara Occidental, que ha posibilitado superar 15 meses de crisis diplomática, y pone blanco sobre negro el reconocimiento del plan autonomista marroquí como la "base más seria, creíble y realista para resolver el diferendo". Pero no incluye uno de las cuestiones que España más ha peleado en las negociaciones, la mención expresa a la "integridad territorial", y que Sánchez sí incluyó en la carta enviada a Mohamed VI el pasado 14 de marzo.

Sí recoge que "los temas de interés común serán tratados con espíritu de confianza, a través de la concertación, sin recurrir a actos unilaterales o hechos consumados". Una mención que para el Gobierno era muy importante porque compromete a Rabat a no repetir acciones como la oleada de inmigrantes que, en mayo pasado, lanzó contra las costas de Ceuta. 

España y Marruecos avanzan además en la reapertura de fronteras, cerradas desde la pandemia, pero que el reino alauí mantuvo clausuradas para método de presión, y se apunta a "la plena normalización de la circulación de personas y mercancías" que "se restablecerá de forma ordenada, incluyendo los dispositivos apropiados de control aduanero y de personas a nivel terrestre y marítimo". 

Además, "se relanzará y reforzará la cooperación en el ámbito de la migración", se iniciarán los preparativos de la Operación Paso del Estrecho y se creará un grupo de trabajo sobre delimitación de los espacios marítimos en la fachada atlántica. 

Según el presidente del Gobierno se "ha cerrado un tiempo de desencuentro". Sánchez fue recibido en Rabat por Mohamed VI en pleno Ramadán y participó junto al monarca en la cena con que los musulmanes rompen el ayuno de todo el día. Un gesto que hasta ahora el rey marroquí sólo ha tenido con Juan Carlos I, y posteriormente con Felipe VI y la reina Leticia, y que debía solemnizar la apertura de esta nueva etapa bilateral. 

El Gobierno esperaba mucho de esta visita. En una conversación informal con los periodistas que viajaban con él en el avión, ya dijo que el encuentro sería satisfactorio y que se "irán produciendo noticias a lo largo de los próximos días". Esto es lo que defendió también en la entrevista matutina que tuvo con el nuevo presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en La Moncloa, quien le afeó la manera de abordar esta modificación de un asunto fundamental en la política exterior. Pero, aunque de ese tema se habló en la cita, Sánchez asegura que Feijóo no le ha aclarado cuál es la posición del PP sobre el Sáhara y sobre Marruecos. 

El presidente subraya que la solución se alcanzará en el seno de la ONU, con el trabajo que está haciendo el nuevo enviado especial Staffan de Mistura, que será Marruecos y el Frente Polisario quienes decidan y que, y esto es lo más relevante, que varios países, "que no son menores", como EEUU, Francia y Alemania apoyan la vía de la autonomía. 

Y aunque la contrapartida ha sido el enfado de Argelia, que ha retirado su embajador en Madrid, el jefe del Ejecutivo no considera que represente ningún peligro para el suministro de gas y circunscribe una subida de los precios a la negociación entre este país y los operadores privados españoles de energía. "Estamos trabajando para retomar la normalidad", comentó. Mientras, resaltó, continúa sin contratiempos la colaboración con Argel en materia de inmigración y de seguridad.