Warda Ouchane, la mujer de 28 años y embarazada de cuatro meses que fue asesinada junto a su hijo de siete años en la madrugada de ayer por su pareja en sa Pobla, había denunciado dos veces al hombre en los últimos años por malos tratos, aunque en 2018 pidió que se le retirara la medida de protección porque la situación entre ellos se había normalizado y volvían a estar juntos. Se trata del primer caso en Mallorca que podría ser penado con prisión perpetua revisablesegún apuntó la delegada del Gobierno en Balears, Aina Calvo, dadas las víctimas del crimen: una mujer embarazada y un niño de siete años.

Según ha informado esta mañana Aina Calvo, la joven marroquí denunció por primera vez a su asesino por malos tratos en 2012, cuando ella tenía 19 años. La víctima estuvo varios meses acogida en un programa de protección de víctima de violencia de género, pero en 2013 regresó a Marruecos, con lo que la medida se levantó. El hombre también había vuelto a su país por esa época.

Un tiempo después, la pareja regresó a Mallorca. Estuvieron residiendo un tiempo en Manacor y posteriormente se instalaron en sa Pobla. En 2018 la mujer le volvió a denunciar por malos tratos, pero posteriormente informó que la situación entre ellos se había "normalizado" y pidió que se le levantaran las medidas de protección.