La Guardia Civil y la Policía Local de Gáldar, Las Plamas, hallaron en la tarde de este martes restos óseo que podrían pertenecer a una mujer de 60 años y natural de País Vasco, que presuntamente ha sido asesinada y enterrada por su novio en unos terrenos agrícolas del barrio de Las Rojas. Los cuerpos de seguridad tratan de localizar a la pareja sentimental, quien reconoció a un amigo que había acabado con la vida de su novia y aseguró que pretendía entregarse en dependencias policiales. Las primeras investigaciones apuntan a que podría haber huido de la isla.

Fuentes cercanas a la investigación aseguraron que un conocido de la pareja se había puesto en contacto con el novio después de llevar varios días sin tener noticias de María de los Ángeles I. Este le reconoció que la había matado y enterrado junto a la chabola en la que vivían, situada en la entrada a la ciudad del noroeste desde Becerril, y que se iba a entregar a la policía. Según las mismas fuentes, el testigo avisó a otras personas de estas declaraciones, pero estas en principio no dieron credibilidad a su testimonio.

Así, a primera hora de la tarde de este martes esta misma persona decidió llamar al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112, que movilizó a la Policía Local. Los funcionarios municipales acudieron al lugar y comprobaron que había indicios que apuntaban a que se había producido un asesinato, por lo que pusieron los hechos en conocimiento de la Guardia Civil de Santa María de Guía, competente en los delitos de homicidio y asesinato.

A la finca, cuyo acceso se realiza desde la calle Mariano J. Larra con el paseo de los Guanartemes, también conocido como del colesterol; se desplazó un amplio dispositivo de la Policía Judicial y del Laboratorio de Criminalística de la Comandancia de Las Palmas que con palas y otros utensilios comenzaron a cavar para tratar de hallar algún indico del paradero de Mari Ángeles.

Al mismo tiempo, se dio aviso a las diferentes unidades para tratar de localizar al presunto autor del crimen que se habría cometido durante la última semana. En este sentido, las fuentes señalaron que una de las hipótesis apuntan a que la pareja habría aprovechado estos días para huir de la isla, aunque en principio se descarta que haya salido del Archipiélago. No obstante, una persona que reside a unos cien metros de donde se produjo el supuesto crimen alegó que hacía como tres o cuatro días que no veía a la desaparecida. Esta misma persona aseguró que no se percató de nada que le hiciera sospechar que allí se había producido un crimen. Otra vecina afirmó haberla visto el 24 de diciembre.

A las ocho de la tarde se suspendió el dispositivo después de que se hallaran varios restos óseos que se encontraban en estado de descomposición acelerada por efecto externos, según indicaron unas fuentes, que agregaron que se tendrán que analizar para determinar si pertenecen a la desaparecida. A primera hora de este miércoles está previsto que se reinicie la búsqueda en el mismo punto.

El presunto asesino, quien llevaba poco tiempo residiendo en Gáldar, cuenta con antecedentes policiales por hechos delictivios de menor gravedad. Por su parte, la fallecida, natural de Bilbao y de unos 60 años, llevaba más de una década residiendo en el noroeste de Gran Canaria, aunque siempre en diferentes infraviviendas. Durante un tiempo trabajó vendiendo boletos de un sorteo diario, tanto en el casco urbano de Gáldar como el de Agaete.

El Juzgado de Instrucción número 1 de Santa María de Guía, en funciones de guardia, declaró el secreto de sumario hasta que se localice al presunto homicida y que se certifiquen la muerte violenta. El crimen se investiga como violencia machista, como precisaron fuentes judiciales, que añadieron que no existen denuncias previas entre la pareja.

En caso de que se confirme el asesinato por violencia de género se trataría de la número 44 que se registra este año en España, la tercera en el Archipiélago, según las estadísticas del Ministerio de Igualdad. A falta de un día para cerrar el 2020, esta cifra significaría la más baja en un año natural desde 2003, cuando se comenzó a registrar de manera oficial las mujeres asesinadas a manos de sus parejas o exparejas.