Salvador Illa, el discreto y disciplinado secretario de organización del PSC, ocupará la cartera de Sanidad. Persona de la más estrecha confianza de Miquel Iceta, ya tuvo un papel destacado en las negociaciones de la investidura con ERC. Ahora, este político de natural prudente sustituirá a María Luisa Carcedo.

Iceta instaba ayer a Illa a ser "fiel al legado de Ernest Lluch", el último ministro de sanidad catalán. Asesinado por ETA en 2000, Lluch se encargó entre 1982 y 1985 del departamento que ahora asume Illa. El guiño a Lluch, y su apuesta por el diálogo, ya estuvo a punto de materializarse en el gobierno de Pedro Sánchez a través de su hija Rosa, que se barajó como ministrable de los "comuns" hasta que se impuso la opción de Manuel Castells.

Illa fue elegido secretario de organización del PSC en 2016, de madrugada y casi en el último momento tras un difícil juego de equilibrios en la confección de la ejecutiva, encallada precisamente en esa pieza estratégica. Desde entonces se ganó la confianza de Iceta, convirtiéndose en su fiel escudero, quien recompensó en el cónclave socialista de hace un mes su disciplina y capacidad de trabajo entre bambalinas reforzándole en su cargo y añadiéndole el de acción electoral.

La capacidad negociadora que exhibió en acuerdos como el de la Diputación de Barcelona con JxCat le llevaron a ser el elegido del PSC para estar en las conversaciones con ERC para la investidura de Sánchez. José Luis Ábalos, homólogo de Illa en el PSOE y compañero en la mesa de negociación, realizó un encendido elogio del inminente ministro durante el congreso de diciembre del PSC que no pasó desapercibido.