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Reconstruir la carretera de la costa de La Palma obliga a expropiar 50.248 m2 de suelo agrario

Vecinos de 31 extensiones rurales, utilizadas antes de la erupción principalmente para el cultivo de plátanos de regadío, perderán una parte de sus terrenos para ejecutar esta obra

Una retroexcavadora trabaja en una de las zonas de coladas por donde discurre el trazado de la carretera de la costa. R. P.

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ya ha informado a los dueños de 31 extensiones agrarias, destinadas antes de la erupción del volcán de Tajogaite a la plantación de plátanos de regadío y suelo de pastos, que ha abierto un proceso de expropiación con el objeto de recuperar 50.248 metros cuadrados de superficie con el objeto de reconstruir la carretera de la costa, en el municipio de Tazacorte. Está intervención, aún en fase informativa, servirá para la ejecución del tramo 1 de las conexiones con la LP-213 y la LP-215.

El perímetro que sigue sepultado por las coladas se creó la noche del 29 de septiembre, coincidiendo con la primera desembocadura de los ríos de lava en Playa del Perdido (Tazacorte). Zonas como Las Cabezadas, El Pollo, La Monta, Cardonal, El Carro, Fierros o Las Norias quedaron aisladas y, en muchos casos, desalojadas por la emisión de gases nocivos para la salud.

En esas siete zonas están incluidos los 626.082 metros cuadrados de suelo de los 27 propietarios que tendrán que ceder 50.248,51 metros cuadrados –el 8,02% del total de la superficie– que la Secretaría de Estado de Transportes, Movidad y Agenda Urbana ha entregado a la Dirección General de Carreteras para que gestione el proceso de reconstrucción de la carretera de la costa: 30.484,545 son terrenos de pastos y 19.763,965 de fincas destinadas a la producción de plátanos.

Entre las parcelas afectadas por este proceso de expropiación figuran los 72.733 metros cuadrados de una finca de plátanos de regadío de la congregación religiosa de las Misioneras Sagrada Familia Dominicas.

Varios metros de profundidad

De las 27 fincas de plátanos que están afectadas por este expediente, seis están declaradas como terrenos improductivos. Y es que la altura de las coladas que se han adentrando en ellas oscila entre los 5 y 15 metros. Existen algunos picos, que han sido descartados por la complejidad que entrañan los trabajos que se deben acometer en la zona que sobrepasan los 20.

La obra, asignada desde Madrid a la Demarcación de Carreteras de Cantabria, está declarada de emergencia debido a los graves problemas de movilidad que existen en una demarcación que tiene 3,1 kilómetros de plataneras enterradas bajo la lava y un total de 7,2 kilómetros de zonas que han quedado aisladas: la gran mayoría de ellas aptas para el cultivo del plátano antes de que entrara en erupción el volcán de Tajogaite: Asprocan ha cifrado los daños anuales en el Valle de Aridane en diez millones de euros.

Pero es en la conectividad donde aparecen las urgencias para activar un proyecto –el de los enlaces de la LP-213 y la LP-215 con la carretera de la costa–, ya que un trayecto que en condiciones normales duraba 15 minutos en la actualidad se alarga casi una hora y media porque es necesario buscar una alternativa a través del municipio de Fuencaliente.

Con los 50.248 metros cuadrados de suelo expropiados a los vecinos se quiere impulsar un proyecto que contempla un ensanche de la vía –superior al que existía antes de la crisis volcánica– y la instalación de nuevos registros de agua, luz y telefonía. Provisionalmente, se ha organizado un trazado alternativo [sobre las coladas] que tiene un tráfico muy restringido y que no soluciona los problemas de movilidad de los habitantes del municipio de Tazacorte que continúan aislados casi un año después.

David Ruiz Álvarez, alcalde de Tazacorte, considera «vital» la ejecución de esta infraestructura para volver a conectar la zona sur del municipio con la comarca oeste de la Isla, concretamente, desde Las Norias a El Remo. «En las intervenciones que estamos realizando sobre las coladas nos estamos encontrando con un problema difícil de solucionar», avanza el primer edil cuando intenta explicar lo complejo que resulta introducir maquinaria sobre las coladas. «Para eliminar metro o metro y medio de lava es necesario que una pala excavadora actúe durante mucho tiempo en la misma zona y eso provoca un recalentamiento de los motores, por lo que es necesario unas paradas técnicas para no perder efectividad», describe de unos trabajos que se intensificarán con este proyecto. «La prioridad es volver a conectar todo el municipio lo antes posible», reitera el alcalde.

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