El Ayuntamiento de Zaragoza ha mostrado su solidaridad y hermandad con La Palma, que sufre las consecuencias de la erupción volcánica de Cumbre Vieja, con una comitiva en la que ha portado la bandera floral de la isla para la Ofrenda a la Virgen del Pilar, "especial" este año a causa de las restricciones de la pandemia y por el recuerdo de los fallecidos que ha provocado.

La corporación municipal ha salido del ayuntamiento momentos antes de las 11.30 horas, no sin antes guardar un minuto de silencio junto al resto de los grupos municipales para condenar el acto de violencia machista que actualmente investiga la Policía y que tuvo lugar en la noche del sábado al domingo.

Tras ello, la comitiva, en la que han participado el presidente de la Casa de Canarias, Pedro Díaz, y el viceconsejero de Acción Exterior del Gobierno autonómico, Juan Rafael Zamora, ha partido hacia la estructura floral, en la Fuente de la Hispanidad, encabezada por el pendón de la ciudad que ha portado la concejala más joven, la encargada del área de Deportes, Cristina García.

El grupo, que ha llevado flores blancas para la Virgen mientras sonaban las campanas de la Basílica del Pilar, ha despertado la curiosidad de los presentes en la plaza, que se han parado a observar su recorrido y, justo antes de salir, se ha encontrado con escenas amables, como la protagonizada por una cantadora que ha interpretado una jota delante del alcalde.

"La corporación, en un día tan especial como este, vamos a querer hacer una ofrenda de flores acordándonos de un pueblo hermano, el de La Palma, que lo está pasando especialmente mal", ha relatado Azcón antes de la salida.

El alcalde ha aprovechado para felicitar el día del Pilar "a todos los zaragozanos" y el de la Hispanidad "a todos los españoles y a todos los pueblos iberoamericanos", en una Ofrenda "especial" por el "mucho menor" número de oferentes a causa de las restricciones sanitarias y porque, según el primer edil, "la inmensa mayoría de los que vayan a pasar por la Virgen lo van a hacer acordándose de los que ya no están con nosotros".

En ese sentido, ha recordado que se trata de una Ofrenda "todavía condicionada" por un virus que "ha arrancado la vida de miles de zaragozanos", por lo que la ocasión es "especial" para su recuerdo, como también lo es para hacerlo "de todos aquellos colectivos que han sido esenciales durante los peores momentos".

Aunque ha mostrado su deseo de que esta actividad "fuera mucho más multitudinaria" y que por ella pasaran los cientos de miles de personas que habitualmente participan, ha destacado que "lo importante es mantener el sentimiento" y "la tradición".

"Vamos a llevar esas flores a la virgen pidiéndole también que el año que viene la Ofrenda pueda volver a ser la explosión de gente y de color que caracteriza a la ciudad", ha enfatizado Azcón.

El alcalde ha informado de que la actividad estaba funcionando "con normalidad" y "fluidez", mientras que la vicealcaldesa, Sara Fernández, que ha vestido el tradicional traje de baturra, ha deseado "a todo el mundo "que disfrute del día del Pilar, a la vez que ha esperado "que sea la última vez" que existen los actuales condicionantes sanitarios para, a partir del año que viene, disfrutar de las fiestas