Las compañías aéreas Binter y Canaryfly informan que, como consecuencia de la evolución de la nube de ceniza procedente de la erupción volcánica en La Palma, y teniendo en cuenta el modelo de previsión meteorológica sobre el comportamiento de los vientos en altura, cancelan de forma temporal los vuelos programados para este jueves con origen y destino en la Isla Bonita.

Si bien Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) mantiene en estado operativo el aeródromo de La Palma, ambas compañías señalan que se han visto forzadas a tomar esta decisión «por causas de fuerza mayor», ya que la evolución de la nube de ceniza en suspensión aconseja suspender la operativa del tráfico aéreo, cumpliendo así los requisitos de seguridad necesarios.

Desde la compañía Binter explican que se mantienen atentos a la evolución meteorológica, de manera que tratarán de recuperar la normalidad de la actividad «en cuanto sea posible y siempre que las condiciones permitan retomar los vuelos, garantizando siempre la seguridad». Tanto Binter como Canaryfly explican que el resto de la programación de vuelos en el Archipiélago continuará desarrollándose hoy, jueves, con total normalidad.

La previsión del viento puede empeorar la calidad del aire en La Palma

La previsión del viento puede empeorar la calidad del aire en La Palma Agencia ATLAS | Foto: EFE

Atención a los afectados

Ambas compañías advierten de que atenderán las solicitudes de cambios o reembolsos que pudieran recibirse por parte de los pasajeros afectados en estos vuelos.

Debido a la situación excepcional que se está viviendo, las aerolíneas irán informando de cualquier novedad o cambio que se pudiera dar a través de sus canales habituales. Asimismo, recomiendan a los clientes que antes de acudir al aeropuerto verifiquen el estado de sus vuelos por los medios oficiales de las compañías.

Efectos de la ceniza en la navegación

Las aristas de las partículas volcánicas de mayor tamaño pueden erosionar fácilmente las piezas metálicas, de material compuesto e incluso el cristal del parabrisas, las luces estroboscópicas o las antenas de comunicaciones. La abrasión del parabrisas puede reducir significativamente la visión frontal del piloto, lo cual representaría un serio problema durante el aterrizaje. Por otra parte, la abrasión de las antenas puede conducir a la pérdida completa de las comunicaciones de alta y muy alta frecuencia (HF y VHF) y, como las cenizas pueden llevar una alta carga eléctrica estática, producida por la fricción entre ellas, pueden dañar componentes electrónicos, además de dificultar su eliminación posterior. En el caso extremo, se puede reemplazar la electrónica y la aviónica ante la posibilidad de haber sufrido sobrecalentamiento debido al bloqueo/contaminación de sus sistemas de refrigeración, lo que implica un gasto de reparación considerable. Debido a su pequeño tamaño, menor ide 1 micra, la ceniza puede penetrar en todos los compartimentos del avión, bloqueando sondas y sistemas de aire, con el riesgo asociado de pérdida de presurización en cabina. Uno de los daños más importantes que se producen en la aeronave es la pérdida de esas sondas, lo que puede dejar sin información de velocidad de vuelo a la tripulación y perturbar el funcionamiento del piloto automático.