El Consejo de Gobierno regional ha dado vía libre administrativa para iniciar las actuaciones correspondientes que permitan otorgar las ayudas y la adopción de medidas que mitiguen las pérdidas y los daños producidos por el incendio agrícola-urbano que afectó a los municipios palmeros de El Paso y Los Llanos de Aridane, así como para la realización de obras e instalaciones necesarias para la lucha contra la erosión, la prevención y la extinción de incendios.

En su comparecencia al término del Consejo de Gobierno, el presidente regional, Ángel Víctor Torres, especificó que el objetivo es «ayudar a los damnificados», cuantificando en unas 60 viviendas las afectadas, además de enseres, vehículos y fincas, dijo. Aún sin ficha económica y sin especificar los plazos de solicitud de ayudas, la propuesta aprobada contempla encomendar a las consejerías competentes en cada área, conjuntamente con las administraciones locales de los municipios afectados, la articulación de las medidas y ayudas necesarias, que se configurarán como complementarias y compatibles, en su caso, con las establecidas o que puedan establecerse por las demás administraciones públicas.

Ante la situación de emergencia generada por los graves efectos de dicho incendio, el Gobierno de Canarias prevé establecer medidas y ayudas para reparar y paliar, en la medida de lo posible, las pérdidas y daños producidos, con la finalidad de contribuir a la vuelta a la normalidad de las zonas afectadas. El objetivo principal se centra en mitigar los daños sufridos por la población en general a través de la reparación de éstos en sus viviendas, enseres, vehículos, en las infraestructuras agrícolas y ganaderas, a la vez que paliar los daños que las personas, los empresarios y los profesionales hayan podido sufrir en sus instalaciones, maquinaria, mobiliario, instalaciones o mercancías.

En esa misma línea, se considera necesario iniciar los procesos pertinentes para determinar el potencial de producción agrícola dañada en las zonas afectadas por el incendio, con el fin de articular las ayudas previstas en la sección 4ª del capítulo II del Programa de Desarrollo Rural de Canarias (PDR), que son las destinadas a la reconstrucción del potencial de producción agrícola dañado por desastres naturales y catástrofes, así como a la implantación de medidas preventivas adecuadas.