Las obras para mejorar la movilidad y permitir la peatonalización en las tradicionales calzadas de piedra de Villa de Mazo está originando el rechazo político y social en el municipio al sustituir piedras centenarias por losetas prefabricadas, cambiando la tradicional imagen de estas vías asociadas a la celebración del Corpus Vertical.

Estas obras, impulsadas por el Cabildo insular y el Ayuntamiento de Villa de Mazo, con cargo al Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan), pretende dotar de accesibilidad y mejorará el tránsito de los peatones en estas calles, invirtiendo 228.070 euros. Los trabajos comenzaron en la calle La Molina e incluye, además, la mejora de las vías Benito Pérez Galdós, Cabaiguán, así como las aceras que se encuentran junto a la carretera general LP-206.

La que era defendida como una obra para facilitar la movilidad, dotando al casco urbano de la localidad de calles accesibles, mejorando los tramos de aceras, mediante la colocación de nueva pavimentación, ha recibido el rechazo no sólo de los grupos políticos sino también de colectivos de protección del patrimonio, que han visto como en los tramos donde ha avanzado la obra han desaparecido prácticamente un tercio del ancho de la tradicional piedra.

Desde el grupo municipal de Coalición Canaria ( CC) solicitaron que estas obras que se están realizando «respeten el valor histórico y patrimonial» de la vía, al considerarla «el elemento más característico del centro de El Pueblo», que da «imagen y carácter al municipio y forman parte de la historia también de nuestro Corpus Vertical, que nace precisamente en una de estas calzadas».

CC pide al Ayuntamiento que recapacite y que se hagan las reuniones necesarias con los vecinos, con el Consejo de Cultura y con los portavoces del Ayuntamiento para que haya un consenso mayoritario sobre cómo deberían hacerse las obras «para que no generen tanto impacto». Confían en que «las piedras retiradas se hayan guardado en su totalidad porque son parte de nuestra historia», destacan.

También desde la Agrupación de Electores de Mazo, que cuenta con representación en el pleno municipal, se solicitó en la última sesión de la misma que se paralizasen estas obras y se creara «un espacio de reflexión que ofrezca alternativas respetando la piedra original, pues de lo contrario puede considerarse un atentado al patrimonio».