La controversia surgida entre distintas administraciones y sus planes de futuro para el litoral del Puerto de Tazacorte, ha obligado a las tres administraciones con competencias en la zona a sentarse e intentar consensuar un acuerdo que permita, más pronto que tarde, ejecutar una propuesta acorde a las necesidades de la zona.

Demarcación de Costas, Cabildo de La Palma y Ayuntamiento de Tazacorte plantean distintas opciones para una zona degradada actualmente tras el derribo de unas piscinas situada entre la arena de la playa, un paseo marítimo y la vía de acceso al litoral.

Las tres administraciones buscan un punto de encuentro en el principal escollo, definido en el punto donde se debe retranquear la avenida. Por el momento, y tras el encuentro realizado en el Museo Arqueológico Benahoarita de Los Llanos de Aridane, siguen pendiente de solventarse este aspecto principal, aunque todos esperan que en breve se pueda anunciar un proyecto consensuado.

Lo que separa a ambos proyectos, realizados por el Cabildo y Ayuntamiento, son unos 30 metros de diferencia entre el retranqueo que estarían dispuestos a ejecutar en la avenida. En medio, la Demarcación de Costas, que impone el cumplimiento de la Ley de Costas y la demolición de lo que actualmente existe en la zona.

Tras la reunión, tanto el presidente insular, Mariano Hernández Zapata, que estuvo acompañado por el consejero insular de Planificación, Gonzalo Pascual, cómo el alcalde de Tazacorte, Juan Miguel Rodríguez, expresaron ese deseo de llegar al consenso, aprovechando la financiación de los fondos del Fdcan y una nueva partida comprometida por Infraestructura Turística del Gobierno de Canarias.

Hernández Zapata reconoció que, aunque existe un proyecto redactado por la Institución insular, «es momento de hacer el máximo esfuerzo entre todas las partes», ya que considera que es necesario buscar una solución a esta zona del litoral de Tazacorte «tras 20 años de espera».

Por ese motivo, el presidente insular tiene claro que «de una manera o de otra saldrá», reconociendo que «desde el Cabildo se cometió el error de cuando se encargó el proyecto en 2017 no contar con el Ayuntamiento», por lo que dice asumir la culpa, pero cambiando la línea de actuación para resolver la problemática.

Por su parte, Juan Miguel Rodríguez, valoró que «las impresiones son buenas» tras la reunión, y aludiendo que «estamos abocados al entendimiento», ya que considera que «tendremos que en cierto momento ceder por el bien del interés público y solucionar un asunto enquistado desde hace 35 años».