Más de 40 años han tenido que pasar para que se cumpla una de las mayores aspiraciones de los fieles palmeros, la apertura de un museo sacro en el Real Santuario de la Virgen de las Nieves. Después de varias fases y gracias a la colaboración de numerosas personas y entidades, el recinto situado en Santa Cruz de la Palma vivió ayer una jornada llena de emociones. El obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, el vicepresidente del Cabildo de La Palma, Anselmo Pestana, entre otros, acudieron al acto de apertura definitiva de un centro cuya lectura museística permite redescubrir la historia de la Isla y sus habitantes. Los palmeros emigraron hacia todas las esquinas del planeta pero nunca olvidaron sus orígenes, ni a su querida patrona.

El Museo Camarín de la Virgen de Las Nieves quedó ayer, por tanto, inaugurado. No obstante, durante los últimos años, los visitantes han podido acceder a las distintas salas que se iban abriendo a medida que el equipo liderado por el profesor de Historia del Arte en la Universidad de La Laguna (ULL), Jesús Pérez Morera, iba avanzando en sus cometidos. Estas tareas han incluido la catalogación y restauración del amplísimo patrimonio que se custodia en el santuario palmero. "Este proyecto surge en 2014 con la llegada del nuevo rector, Antonio Hernández", explicó uno de los coordinadores del proyecto, Alejandro Martín. Hernández tiene como costumbre poner en valor el patrimonio de las parroquias a las que es asignado, y así lo hizo también en su anterior destino: la Iglesia de La Concepción de La Orotava. En el norte de Tenerife impulsó la apertura del Museo del Tesoro de La Concepción y a su llegada a La Palma se propuso "poner al servicio de la ciudadanía el rico patrimonio" de este antiguo templo.

La creación de un museo sacro no era, sin embargo, una aspiración nueva. Ya en la segunda mitad de la década de los setenta del pasado siglo XX, el anterior rector, Pedro de las Casas, se propuso crear un museo insular que aglutinara piezas de otras parroquias. Este proyecto nunca llegó a ver la luz y no fue hasta 2014 cuando se empezó a trabajar en la idea cuya culminación vivieron ayer las personas que acudieron a la inauguración.

Las primeras fases del centro quedaron abiertas en la anterior Bajada de la Virgen, en 2015. En concreto, ya se podían visitar la Sala del Camarín de la Virgen y el Cuarto de los Esclavos, las dependencias de la antigua esclavitud de la Virgen, entre otros espacios.

Los años 2017, 1018 y 2019 fueron empleados para acometer las restantes fases de la iniciativa, que incluían la restauración de muchos de los bienes muebles custodiados en Las Nieves para que pudieran ser expuestos. Martín destacó la importancia de la colaboración recibida por parte de los trabajadores del Taller de Restauración del Cabildo de La Palma, con Isabel Santos e Isabel Concepción a la cabeza.

A partir de ahora, quedan disponibles nuevas salas como la de la Sacristía, ubicada en lo que parece ser el origen de la primigenia construcción. En esta zona se conserva un arco de medio punto donde se custodia un cuadro del siglo XVIII que plasma una Sagrada Familia y es obra de Bernardo Manuel de Silva. Esta es una de las piezas que ha sido restaurada para la ocasión.

Otras dos grandes salas destacan también en las nuevas dependencias son la Orbis Nivariense y la Antesala y Sala del Tesoro. La primera custodia numeroso material que permite poner en contexto la historia del recinto. Además, descubre para el público una imagen poco vista de Las Nieves. Se trata de un facsímil de la terracota policromada original, que normalmente se puede contemplar sobrevestida. "Podemos festejar que la imagen está en unas excelentes condiciones. Incluida su policromía original, pese a tener unos 550 años de antigüedad", indicó Martín.

En la Sala Antesala y Sala del Tesoro se han expuesto la impresionante colección de platería y orfebrería del templo. Algunas son piezas únicas que solo se conservan en La Palma y el abanico temporal de su antigüedad se extiende desde el siglo XVII hasta el XIX. "Vemos la importancia que tuvo La Palma en el tráfico marítimo internacional", insistió Martín, que recordó que la isla tuvo sus propios apoderados en Lima y en La Habana. Eran los encargados de enviar hacia La Palma los donativos que los emigrantes palmeros quería hacerle a su patrona.

Otro de los puntos fuertes del nuevo museo es la enorme cantidad de exvotos (ofrendas por un favor cumplido o una promesa) que alberga. Conserva unas 3.000 piezas de diversa tipología y material. Esta cantidad de fondos colocan al santuario palmero entre los primeros del país. Además, de muchos de ellos se conservan los registros originales de donación.

En la planta baja se han organizado otros dos espacios. El primero, denominado Sala de Arte Sacro, incluye piezas que se dejaron de usar hace tiempo, como los ángeles que sostenían el velo con el que se solía tapar a la Virgen. La Sala del Nacimiento o Belén, por último, custodia piezas de un nacimiento monumental de estilo palmero con figuras que se remontan al siglo XVIII.