Las obras de la Avenida Marítima van dibujando la nueva fisonomía que tendrá el frente de Santa Cruz de La Palma después de más de medio siglo con una imagen que se había quedado vetusta, incluso incómoda para los peatones, en una nueva apuesta por la movilidad, el dinamismo y la accesibilidad.

Un vistazo a la obra permite comprobar cómo el espacio del acerado más pegado al mar se multiplica. En el primer tramo ya está incluso colocado el pavimento que se extenderá desde la rotonda de salida por el norte del puerto hasta la subida a la Avenida del Puente, además de estar marcado el límite de la calzada para el tráfico rodado.

Las aceras y la calzada se disponen en el mismo nivel. Se están eliminando barreras arquitectónicas, se han mejorado las instalaciones soterradas y está previsto unificar criterios de mobiliario urbano y actualizar los paneles informativos. Lo más importante es que la carretera pasará de tener dos carriles en cada sentido de circulación a tan solo uno, destinando el resto del espacio para peatones, lo que ya se puede comprobar teniendo en cuenta el ancho que ocupa el pavimento que se está colocando.

Los trabajos en ejecución han dejado en el olvido el tradicional malecón que separaba la acera del mar, que hasta la creación de la playa llegaba hasta la avenida. La sensación visual actual es de mayor amplitud, sin ningún obstáculo, aunque es cierto que las obras incluyen un muro de pequeña altura a lo largo de toda la avenida, que servirá de zona de descanso a los viandantes.

Sin embargo, el cambio en el frente marítimo de Santa Cruz de La Palma no tendrá un efecto real hasta que la playa no se vista. El gobierno municipal (PP-CC) ha negociado con la Dirección General de Costas, una labor especialmente asumida por el propio alcalde, Juanjo Cabrera, la tramitación para la instalación de una serie de elementos de los que se lleva hablando desde 2017 y que en realidad nunca se han llevado a efecto: unos quioscos, tarimas para que los negocios de restauración de la avenida puedan instalar mesas y sillas junto a la playa, un parque infantil... También se pretende facilitar el acceso desde la calle Real hasta la playa por la calle Apurón.

Las obras contratadas por el Cabildo también afectan al acerado ubicado al otro extremo, más cercano a los comercios, aunque en este caso los trabajos acaban prácticamente de comenzar con la retirada del pavimento que estaba instalado.