El canal que transporta el agua de la Caldera de Taburiente para el riego de explotaciones agrícolas en el Valle de Aridane se ha visto afectado por el desprendimiento de considerables dimensiones registrado en el Lomo de los Caballos, en el área de protección del Parque Nacional. Esta situación es aún más delicada en tiempos de sequía, como el que está viviendo el territorio insular.

La administradora general del Heredamiento de las Haciendas de Argual y Tazacorte, Edelmira Luis Brito, manifestó en Onda Cero La Palma que desde hace algunos días, en concreto desde el pasado 8 de octubre, "estaban bajando pequeñas piedras, eran como avisos", tal y como informó este periódico en su edición de ayer, pero "nunca pensamos una cantidad tan grande".

Brito ratificó que lo que sucedió en la Caldera este miércoles ha sido "un alud impresionante, que se vierte hacia dos barranqueras, la primera ya está bastante estabilizada y la segunda, donde está el corrimiento mayor, el acceso es imposible".

Se han registrado daños tanto en galerías como en canales y tuberías, además de un sendero, aunque aún se están valorando los daños más exactos.

Los cortes en el suministro de agua de riego de la Caldera se suceden durante el día de ayer debido a la afección de los escombros en el canal. "No se puede pasar por la zona del canal, por lo que se ha tenido que acceder desde Dos Aguas hacia abajo", apuntó la administradora general de las Haciendas de Argual y Tazacorte, que gestionan las aguas del Parque Nacional. Subrayó además que "el deslizamiento no llega al final del barranco pero la caída de piedras ha provocado que se prohiba transitar por el barranco de Las Angustias".