Mientras las diferentes instituciones y organismos españoles muestran a todos los niveles su contundente apoyo a la instalación del Telescopio de Treinta Metros (TMT, por sus siglas en inglés) en el municipio de Puntagorda, aun sabiendo que todavía hoy es apenas una segunda opción, en Hawái ocurre todo lo contrario y crece la opinión contraria a que este potente instrumento de observación se ubique en Manuakea, según una reciente encuesta llevada a cabo por el periódico más importante de este estado norteamericano, el Honolulu Star-Advertiser.

Este medio de comunicación informa de que la consulta fue realizada del 12 al 19 de septiembre, "en teléfonos celulares y teléfonos fijos por Mason-Dixon Polling & Strategy de Washington, DC", e incluyó a 800 personas registradas en todo el estado. El margen de error es de 3,5 puntos.

Incluye un porcentaje de una encuesta separada de 400 consultados registrados hawaianos, ponderado para reflejar su porcentaje de votantes de Hawái.

El resultado no deja de ser desalentador para los promotores de este telescopio, y es que en apenas un año y medio los apoyos han caído en un 27%. En concreto, todavía hay un 50% que desean la construcción del TMT cerca de la cumbre de la montaña más alta de Hawái, cuando hace 18 meses los votantes que daban su respaldo a este instrumento era del 77%.

Otro dato importante que se refleja en esta consulta es que más de la mitad de los encuestados aprueban las protestas para evitar la construcción. El periódico de referencia en Hawái avisa de que "los manifestantes estatales y anti-TMT están estancados. Los partidarios del TMT dicen que el proyecto tiene el derecho legal de proceder con la construcción, pero los manifestantes que se describen a sí mismos como protectores de Mauna Kea están acampados en el camino de acceso para evitar que el equipo de construcción llegue a la cumbre".

Esta vía de acceso sigue cerrada desde el 15 de julio, a pesar de que dos días después fueron detenidos decenas de manifestantes por bloquear la carretera. Son los que consideran que el proyecto profana una montaña que muchos hawaianos consideran sagrada.

Aun así, el gobernador de Hawái, David Ige, ha asegurado que "el tema de construir el TMT no es un concurso de popularidad. El TMT tiene el potencial de beneficiar al mundo mediante el avance del conocimiento científico, y ha cumplido con todos sus requisitos legales". Admitió la gran cantidad de actividad anti-TMT en las redes sociales en los últimos meses y reconoció que la encuesta muestra que "el apoyo al proyecto cayó en medio de esa cacofonía".

"Tengo la sensación, y creo que parte de eso se muestra en las encuestas, que la gente quiere ambas opciones", dijo Ige. "Les gustaría y apoyan a TMT, pero a la vez apoyan a los manifestantes, a pesar de que sabemos que son dos caras diferentes de la misma moneda", sentenció.

Ige se ha comprometido a reabrir el acceso a la montaña y "hacer cumplir la ley" para que la construcción pueda continuar, pero la nueva encuesta de Star-Advertiser refleja que el 59% de los votantes de Hawái se oponen al uso de la fuerza para reabrir el camino. Es más, entre los compañeros demócratas de Ige, menos de un tercio dicen que el estado debería usar la fuerza.

Compromiso, firmeza y unidad con el no al TMT

Andre Pérez, uno de los líderes del movimiento de protesta, manifestó en una declaración escrita que los resultados de la encuesta muestran que "cuanto más educadas se vuelven las personas sobre este tema, más apoyan la protección de Maunakea y se oponen al TMT". "El apoyo de la comunidad a la postura de los protectores, y la oposición al Estado que usa la fuerza para despejar el camino, aclara que, por cualquier estándar étnico o cultural, arrestar a los ancianos por proteger su tierra sagrada y ancestral está mal", dijo Pérez. "Los hawaianos han sufrido generaciones de compromisos forzados. La comunidad hawaiana ha trazado la línea para no decir más. Los kupuna (ancianos) y los kia'i (protectores) están unidos, firmes y comprometidos con su posición", sentenció.