El Ministerio Fiscal ha solicitado una pena de ocho años y dos meses de cárcel contra el psicológo-director entre el 18 de noviembre de 2008 y el 17 de marzo 2013 del centro de atención para personas con discapacidad intelectual Triana, ubicado en Los Llanos de Aridane y que es propiedad del Cabildo de La Palma, por supuestas prácticas vejatorias y humillantes para la dignidad de al menos siete usuarios.

El caso llegó a la opinión pública el 17 de marzo de 2013, cuando EL DÍA informó de lo que estaba ocurriendo detrás de aquellas paredes. La valentía de una madre para denunciar con todo en contra lo que había sufrido su hija, unido a la profesionalidad en la elaboración de un informe contundente de una psicóloga del Cabildo insular, acorralaron a José Mustafá, jefe del centro, aunque han transcurrido nada menos que seis años hasta que el litigio haya tomado cuerpo con el informe de la Fiscalía.

El Ministerio Fiscal concluye que el acusado se valió de su cargo en Triana para "constreñir la integridad moral, la dignidad y la inviolabilidad de los usuarios internos en el centro", todos ellos afectados con graves discapacidades psíquicas y físicas, "siendo que muchos de ellos no son capaces de hablar ni de mostrar comunicación de ningún tipo".

La Fiscalía observa que Mustafá, "aprovechando su cargo de director y de forma totalmente indebida para corregir determinadas conductas", desarrolló sobre al menos tres de los internos "la práctica consistente en verter garrafas de agua fría, previamente extraída de la cámara frigorífica de la cocina del centro, situándolos para ello en el llamado espacio reeducativo, habitación aislada, en la que el acusado se encontraba a solas con los internos".

Además, el acusado "empleó la práctica ante la falta de control de esfínteres de alguno de los internos", los cuales consta en las diligencias que tenían la necesidad de llevar pañal por su discapacidad, "tras hacerse sus necesidades y estando cubiertos de heces, consistente en restregar las mismas sobre el rostro de al menos" tres de los residentes.

El fiscal subraya también en sus conclusiones que el ex director de Triana hizo aislamientos "de forma abusiva" en el denominado 'espacio reeducativo', "privándolos de la compañía del resto de internos y de personal del centro", de manera prolongada. Pero es que además, empleó sujeciones mecánicas "e incluso camisas de fuerza" sin ajustarse "a los protocolos establecidos", llegando a exponer a los afectados "ante los demás internos".

José Mustafá fue incluso más lejos. Siempre según lo que expone la Fiscalía, el acusado empleó contra uno de los internos "técnicas pictográficas, atentando contra la intimidad, la dignidad y la integridad moral" de esta persona con discapacidad intelectual, "captando fotografías en las que aparece desnudo o haciendo sus necesidades fisiológicas, sin contar con ningún tipo de autorización para ello".

El fiscal admite que atendiendo a la situación de "retraso mental severo y grave discapacidad de las víctimas no ha podido acreditarse pericialmente maltrato físico o psíquico en los mismos, sin perjuicio de resultar evidente el menoscabo moral producido a cada una de sus personas a consecuencia de las conductas descritas".

El Ministerio Fiscal describe hasta siete delitos continuados contra la integridad moral y pide la pena de un año y tres meses de prisión para cada uno de ellos, además de inhabilitación especial para el ejercicio de profesión u oficio relacionado con cualquier actividad que afecte a personas con discapacidad, menores, ancianos o cualquier otro colectivo durante el tiempo de condena.

Se solicita también una indemnización por parte de José Muftafá de 5.000 euros para cada uno de los siete afectados.